El botellón comienza a trasladarse en las principales ciudades extremeñas, aunque de forma diferente. Mientras que en Badajoz los jóvenes se desplazaron en la noche del viernes de San Atón al nuevo Vivero o al paseo Fluvial, en Cáceres la mayoría optaron por permanecer en la plaza Mayor, aunque varios grupos de personas decidieron acudir al recinto ferial, establecido por el ayuntamiento como único emplazamiento al aire libre donde puede consumirse alcohol tras la entrada en vigor de la nueva ley antibotellón .

La Policía Local de Cáceres no impuso multas en la plaza y continuó informando a los jóvenes del contenido de la normativa, que contempla sanciones de 300 a 30.000 euros por beber en la calle. El ayuntamiento también instaló el viernes grandes carteles informativos en La Madrila y la plaza Mayor con la siguiente advertencia: "La Ley de Convivencia y Ocio de la Junta en su artículo 15 dice: no está permitido el consumo de alcohol en las vías y espacios públicos".

EL DIA CLAVE

Pero el gran éxodo al recinto ferial estaba previsto para anoche. La Concejalía de la Juventud organizó el primero de los conciertos gratuitos que se desarrollarán todos los sábados, con transporte urbano, servicios e iluminación. Al cierre de esta edición ya estaba en marcha el dispositivo de autobuses.

En Badajoz, funcionó un dispositivo de 16 agentes de la Policía Local y de la Nacional, con seis vehículos cada uno, que realizaron una labor informativa sin que se registrara el menor incidente, y con un resultado exitoso, al comprobar que los grupos de jóvenes que se acercaban a la zona centro habitual del botellón : la plaza de San Atón, la calle Zurbarán y sus soportales, seguían las indicaciones de los agentes y se desplazaron hasta el nuevo Vivero, en mayor número, y al paseo fluvial, en menor, que son los lugares indicados para tal fin, junto con el nuevo ferial, por el ayuntamiento.

Miguel Sardiña, jefe de la Policía Local de Badajoz, manifestó que "la noche fue muy bien, los chavales han seguido las indicaciones. Se les informó de que no podían beber en la zona y se marcharon sin ningún problema".

Bien es cierto que se trataba de una noche lluviosa, en la que no había tantas personas como cuando hace buen tiempo, pero Sardiña dijo que no hubo ninguna denuncia, "ni denuncia ni malos modos, ni el menor incidente, y los que tendían a irse a los soportales, al informarles, se marcharon". Tan es así, que el dispositivo se levantó a las dos de la madrugada.

Lo que sí ocurre, según manifestó Sardiña, es que "ahora, en cuanto hay cuatro chicos bebiendo en un banco, los vecinos llaman diciendo que hay botellón , y no es eso. No obstante, se les indica que no es el lugar más adecuado para hacerlo y que hay otros lugares para ello y los chicos lo atienden".