El balance de la actual legislatura política, que finaliza con el pleno de hoy en el Parlamento regional, provocó ayer un nuevo cruce de acusaciones entre el Partido Popular y la Junta de Extremadura. Primero fue el presidente y candidato regional del PP, Carlos Floriano, quien aseguró que los últimos cuatro años han estado marcados por un excesivo gasto público --"se gasta mucho y mal"-- y por los casos de corrupción en el seno de la Administración Autonómica. Para la Junta, la "patética" situación política de Floriano es lo que le llevó ayer a recurrir "a falsedades y mentiras".

El candidato del PP para las próximas elecciones autonómicas, que celebró un desayuno de trabajo con periodistas para hacer balance de los últimos cuatro años, insistió en la pésima situación económica que, según él atraviesa la Junta.

Así, recalcó que el Gobierno regional "le debe 1.800 millones de euros a los bancos", al tiempo que criticó las trabas que se ponen a la oposición para que investiguen en la Asamblea los numerosos casos de "corrupción" que según él se han destapado en esta legislatura. Por último, volvió a denunciar las amenazas que presuntamente están sufriendo algunos candidatos municipales del PP desde las filas del PSOE.

RESPUESTA INSTITUCIONAL

Por su parte, la Junta respondió a través de un comunicado en el que acusó a Floriano de "mentir" a los extremeños y preguntó si lo que propone es un modelo de eficacia "como el del AVE o el Prestige". El Gobierno extremeño afirma que no ha habido "ni un sólo caso de corrupción" en estos últimos años y achaca las denuncias populares a "su desesperación ante sus malas perspectivas" en el ámbito electoral. A su juicio, el líder popular oculta a la opinión pública el desarrollo experimentado por Extremadura.