La delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, ha alertado hoy acerca del problema de la proliferación de los deslumbramientos desde tierra con punteros láser a aviones, casi todos militares, de la base aérea de Talavera la Real.

Herrera ha presidido en Badajoz una reunión con responsables del Ejército del Aire y de la Guardia Civil para analizar el problema, sobre el que han alertado.

Según ha explicado el jefe del 231 Escuadrón del Ejército del Aire, Daniel Fernández de Bobadilla, durante los últimos meses se han producido, al menos, un deslumbramiento por semana.

Estos actos se han realizado principalmente desde las localidades pacenses de Talavera la Real, Balboa y Alvarado, aunque también se han dado en Mérida, Badajoz o Valdelacalzada, entre otras.

Daniel Fernández de Bobadilla ha explicado que los deslumbramientos con punteros láser se producen siempre de noche y en las fases en la que los aviones realizan las maniobras de aterrizaje o de despegue.

Este tipo de acciones, ha dicho, pueden provocar deslumbramientos, ceguera temporal, distracción o desorientación, lo que podría llevar a accidentes o a obligar a los responsables del aeródromo a efectuar cierres de pistas.

Uno de los grandes problemas de estos deslumbramientos en la base extremeña, como ha explicado el militar, es que los aviones son habitualmente pilotados por alumnos en sus primeros vuelos nocturnos y, por lo tanto, carecen de experiencia.

Fernández de Bobadilla ha manifestado que los principales casos se han producido el 2 y el 5 de febrero en Talavera la Real y Valdelacalzada, el 7 de julio en Mérida, el 15 de agosto en Alvarado y el 31 de ese mes en Badajoz.

Son los propios pilotos, según ha indicado el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Badajoz, José María Martínez, quienes detectan con mayor fiabilidad el foco del deslumbramiento, como aconteció el 2 de febrero, lo que permitió llevar a los agentes a una plaza de Talavera la Real.

Los efectivos de la Guardia Civil vieron a varias personas, de varias edades, utilizando punteros láser y les advirtieron de las posibles implicaciones penales que puede tener su proyección contra aviones.

Como ha indicado Cristina Herrera, en muchos casos los infractores no son conscientes de las repercusiones que puede tener la utilización de estos punteros láser contra los pilotos, por lo que se ha decidido llevar a cabo una campaña de concienciación.

Según el nuevo Código Penal, ha dicho, las multas por su utilización oscilan entre los 60.000 y 300.000 euros, además de las repercusiones que tendría provocar un accidente de tales dimensiones.

Estos deslumbramientos, provocados principalmente por punteros de láser verdes, llegaron a alcanzar en uno de los casos a un avión que se encontraba a seis kilómetros de altura, lo que demuestra la potencia lumínica de este tipo de artefactos.

Aunque no se han producido hechos de gravedad por estas acciones, en otros aeródromos ya han tenido consecuencias, ha explicado.