La modernización de cinco F-5 y la adquisición de un simulador de este modelo de caza reactor marcan el inicio de una nueva época en la historia de la aviación española y en la trayectoria de la Base Aérea de Talavera la Real, renovando asimismo la ilusión del personal de la Escuela de Caza y Ataque del Ala 23 del Ejército del Aire en el mencionado municipio pacense. Un total de 169 cursos, 2.000 alumnos y 300.000 horas de vuelo resumen la actividad de esta unidad, que el próximo día 10 de diciembre cumplirá 50 años.

Aunque años atrás se hablaba del 2005 como último de este avión, la continuidad del mismo en la Fuerza Aérea de EE.UU. y el buen resultado que todavía obtiene, aconsejan una modernización aviónica y estructural que prolongará la vida de estos aparatos otros 20 años.

Ahora los antiguos relojes dan paso a las pantallas digitales contribuyendo así a la mejor formación de los pilotos españoles que después de la base aérea de Talavera pasarán a formar parte de los escuadrones de caza operativos con aviones EF-18, Mirage F-1 y próximamente EF-2000 Eurofighter, informa E. Press.