La Covatilla volverá a abrir esta temporada por primera vez gestionada por el Ayuntamiento de Béjar. La disolución este verano de la empresa Gecobesa, que ha explotado la estación de esquí desde su apertura en el año 2001, sembró las dudas sobre su futuro y la incertidumbre no solo en la comarca salmantina, también en las del norte de Cáceres. Y es que La Covatilla es la estación de esquí de los extremeños y su impacto es importante para el sector turístico y para los propios aficionados. Se estima que uno de cada cuatro usuarios es de la región.

Tras los problemas de liquidez de Gecobesa, que mantiene una deuda millonaria con Caja Duero (actual Banco CEISS) e impagos a varios trabajadores, el consistorio bejarano ha llegado a un acuerdo con el administrador concursal encargado del proceso de liquidación para asumir la gestión de las instalaciones este año a cambio de un alquiler de 160.000 euros de los bienes que no son propiedad del ayuntamiento, sino de naturaleza privada como son el equipamiento de cafetería, el restaurante, los coches,...

"Este año no tenemos ya tiempo para pensar en otra cosa porque lo que queremos es abrir y hacerlo bien, pues asumimos ese acuerdo de alquiler cuyo gasto correrá a cargo del ayuntamiento". Así lo asegura a este diario el alcalde de Béjar, Alejo Riñones, natural del municipio pacense de Puebla de la Calzada. "Si hay suerte y nieva, la estación se va a abrir los primeros días de diciembre y me gustaría ver a muchos extremeños por aquí". Riñones precisa que desde el pasado lunes y durante los meses de octubre y noviembre diferentes técnicos y operarios están trabajando en las tareas de acondicionamiento y mantenimiento de las pistas y las instalaciones con el fin de pasar la revisión que exige la Junta de Castilla y León. "Se están revisando las instalaciones eléctricas, telesillas, remontes, las pistas para ver si tienen torrenteras o si hay manantiales para hacer los drenajes pertinentes,...".

El alcalde asegura así la continuidad de la estación durante esta temporada con precios, dice, más bajos que la anterior y "las próximas seguro que también". Es la primera vez que el consistorio asume la gestión directa desde su puesta en marcha en el 2001 y es necesario un rodaje. "Vamos a ver cómo nos sale este año, si vemos que podemos con ello, seguiremos, aunque seguro que nos saldrá más económico, y si no pues sacaremos un pliego para que se presenten las empresas el próximo año".

Para garantizar la continuidad, lo que el consistorio pretende es aumentar el número de visitantes y Extremadura es una buena opción para ello. "He pedido una reunión con el presidente de la Diputación de Cáceres y con el Ayuntamiento de Cáceres también para ver si podemos llegar a algún acuerdo para que manden a los chavales de los colegios entre semana, que son los días más flojos para la estación. Espero que la Junta de Extremadura nos apoye también en este sentido", insiste el alcalde.

Asegura que Gecobesa dejó la gestión de La Covatilla porque no le era rentable "y nosotros como administración tenemos el deber y el derecho de tirar de eso porque de esa estación de esquí cuelga mucha gente, hay 72 casas rurales que están pendientes de la apertura, más hoteles, bares, restaurantes,... vive mucha gente de esto y tenemos que actuar", argumenta Riñones. "La estación sigue siendo viable, siempre lo he dicho, el único defecto que tiene es que desde el primer momento se quedó pequeña, no en terreno, que tenemos suficiente, sino en maquinaria. Nos faltaría tener otro telesilla con más potencia para que los esquiadores suban más rápido. La estación es rentable y si tuvieramos otro telesilla, que con el tiempo todo se andará, sería aún más rentable", añade.

Frente a las voces de la oposición local que critican la gestión de la estación --IU denuncia que se construyó sin ni siquiera estudio de impacto ambiental-- y piden buscar otras alternativas a las instalaciones para que se puedan usar durante todo el año y aumentar así su rentabilidad, el alcalde extremeño asegura que se estudiará realizar campamentos de verano en la Sierra de Béjar o incluso la propuesta del IU de convertirla en parque natural. Pero el requisito es que esos nuevos usos no choquen con el interés del consistorio, que es "dar continuidad a la estación de esquí, porque es un motor clave en el desarrollo de la comarca --genera en torno a 60 o 70 empleos directos--, por eso el ayuntamiento va a hacer ese esfuerzo este año como un solución, en principio, temporal".