Francisco Javier Morgado y Bernardina Parra tienen que pedir dinero prestado a su familia para poder llegar a fin de mes. Con dos hijos de 9 y 11 años, ambos están actualmente en paro, y en el caso de ella ni siquiera cobra prestación alguna.

No fueron conscientes de lo que había pasado con su dinero hasta diciembre pasado, después de que se dieran a conocer las irregularidades que se habían detectado en la oficina bancaria. Fue entonces cuando vieron que al crédito de 9.200 euros que habían solicitado se le había sumado otro de 27.000 que dicen no haber pedido y que nunca llegó a estar en sus bolsillos."Siempre que íbamos nos decía (Emilio D. el exdirector de la sucursal) que el ordenador tenía un virus. No había forma de actualizar la libreta", dice Bernardina. También desconocían que eran titulares de cinco tarjetas Visa (una platino, dos oro, una classic y una mastercard).

Aun ahora, Bernardina y Francisco siguen sin conocer cuál es exactamente su situación financiera, pero lo que sí saben es que han llegado a abonar hasta mil euros al mes en cuotas. Los pagos se iban haciendo a costa de la prestación por desempleo (unos quinientos euros) que recibía ella y que iba ingresando en su cuenta con el fin de poder afrontar en el futuro las cuotas de la Seguridad Social una vez que dejase de percibir la ayuda.