La presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, apeló ayer al «deber ético» de los representantes políticos de la región de unirse «ante las adversidades que afronta Extremadura y su modelo rural». Martín participó en el día de la Mancomunidad de Trasierra Tierras de Granadilla, que se celebró en la localidad cacereña de Ahigal, y donde también asistieron la presidenta de la Diputación de Cáceres, Charo Cordero, el alcalde de la localidad, Fernando G. Nicolás, y la secretaria general de Política Territorial y Administración Local de la Junta, Nieves Esteban Paz.

Blanca Martín, en su turno de palabra, se mostró «encantada» de estar una vez más en un pueblo «referente de lo que es el municipalismo en tanto y en cuanto, apuesta por servicios de calidad y políticas de desarrollo para mantener a la población ante uno de los retos que más nos preocupa, el despoblamiento del mundo rural». «Compartir este momento en Ahigal es un honor porque sé del esfuerzo que su alcalde y presidente de la Mancomunidad, Fernando G. Nicolás, hace cada día para que su pueblo y la Mancomunidad de Tierras de Granadilla progresen y se conviertan en referentes del norte de la provincia de Cáceres», subrayó.

«Todos y cada uno de los representantes políticos, sin importar el partido al que pertenezcamos, tenemos el deber ético de unirnos ante las adversidades que afronta Extremadura y su modelo rural, ejemplo desde hace décadas para toda España», señaló la presidenta del parlamento regional quien insistió en esta unión «para luchar en Madrid» por «un plan de empleo especial y un tren digno», según recogió ayer la Asamblea de Extremadura en una nota de prensa.