La consejera de Hacienda y Administración Pública de Extremadura, Pilar Blanco-Morales, ha dicho hoy que los presupuestos autonómicos de 2018 "tienen un color político", por lo que, "para apoyarlos, es necesario sentirse cercano a ese color".

Blanco-Morales ha vuelto a exponer ante el pleno las líneas generales del proyecto de ley de presupuestos, ante el que PP ha presentado una enmienda a la totalidad, que se debate hoy y que no prosperará ya que Podemos, que apoya las cuentas de la Junta para el próximo ejercicio, ya ha anunciado que no votará a favor de la iniciativa popular.

La consejera ha destacado que los presupuestos de 2018, cuantificados en 5.433,9 millones de euros, con un crecimiento de un 5,1%, "son la expresión cifrada de nuestro proyecto político", por lo que "el consenso no debe alcanzarse a cualquier precio".

Ha explicado que estas cuentas tienen como prioridad en el gasto el fortalecimiento de los derechos sociales, la consolidación de los servicios públicos y la generación de riqueza y su distribución, de forma que se favorezca a la clase trabajadora, la más afectada durante los años de la crisis.

Aboga también, a su juicio, por unos niveles de inversión que "aseguren el crecimiento" y apuesten por un nuevo modelo económico basado en la innovación y la apuesta por las energías renovables.

Se trata, según ha dicho, de apostar por "una vida mejor en una sociedad más justa y más cohesionada", por lo que persiguen también la creación de más empleo y generan "esperanza en el futuro".

En su intervención, Pilar Blanco-Morales ha vuelto a exponer las cifras principales de los presupuestos, tanto en el estado de gasto como de ingresos, y se ha referido nuevamente al modelo de financiación autonómica.

En ese sentido, ha indicado que, mientras éste no se modifique al alza, "todos los presupuestos estarán lastrados", pues se enfrentan "no a un problema de exceso de gasto, sino de insuficiencia de ingresos".

Blanco-Morales se ha referido también a los cambios tributarios que contempla el proyecto de ley y ha dicho que con la bonificación del 99% en el Impuesto de Sucesiones se pretende "desactivar" los "aspectos más mezquinos de competencia fiscal entre territorios" que establecía esta figura tributaria y sus diferentes manifestaciones en las comunidades autónomas.

Los presupuestos extremeños para 2018 destinan 3.537,4 millones a políticas sociales, lo que supone el 65 por ciento del presupuesto; 1.362,3 millones van al apartado de políticas económicas (25%) y 534,1 millones a políticas generales (10%).

Del total del gasto social, 1.604 millones se dedican a Sanidad; 1.040,9 millones, a Educación; y 318,5 millones, a Dependencia, según la titular de Hacienda de la Junta, quien ha insistido en que debe cumplirse la ley en esta materia para que el Estado cumpla con el pago del 50 por ciento que le corresponde.

A empleo, que es "la primera preocupación" del Ejecutivo extremeño, se presupuestan 300,2 millones de euros, lo que supone un aumento del 14,4 por ciento con respecto a este ejercicio; mientras que a Promoción Social se dedican 161,6 millones de euros; a Cultura, 61,6 millones; y a Vivienda, 50,3 millones.

Entre otros aspectos concretos, los presupuestos de 2018 continuarán con la política de reducción de listas de espera y darán estabilidad al empleo público con una oferta extra de 1.368 plazas, además de contemplar un incremento retributivo para los funcionarios, que será el máximo que autorice el Estado.

Las políticas económicas y de estimulación al crecimiento suponen una cuarta parte del presupuesto y se ven incrementadas un 2 por ciento con respecto a 2017, con 26,1 millones más.

Del total de lo destinado a estas políticas, el grueso mayor, con 725,4 millones, se lo lleva la agricultura; seguido de 394,4 millones, que van para infraestructuras; 109,1 millones, a innovación y tecnología; 91,5 millones, a empresa; y 41,8 millones, a comercio y turismo.