La batalla negociadora que se libra en la UE está protagonizada por dos bloques, el de los denominados países pobres , en el que está España, y el de los países ricos . El bloque de España, apoyado por la Comisión Europea, pide que el presupuesto comunitario para fondos a partir del 2007 pase del 1% al 1,24% del PIB conjunto de la UE --con lo que podrían darse ayudas a los nuevos países sin que el resto se resienta en exceso--, mientras que el otro bloque pretende que se mantenga el 1%.

De salir adelante la propuesta de los pobres , en España permitiría que regiones como Asturias, Murcia, Castilla-La Mancha y Galicia, que, por efecto estadístico se quedarán sin nada, tengan un periodo transitorio en el que las ayudas irían mermando paulatinamente, en vez de ser retiradas de golpe.

Este mismo criterio, el de la merma paulatina y no la eliminación, se aplicaría en España como país en el caso de los fondos de cohesión, ya que, también por efecto estadístico, queda privada de dichos fondos, al superar el 90 por ciento de la renta media europea.

Otra alternativa para los fondos de cohesión planteada por España es que no se apliquen a países, sino a regiones. Así, las regiones españolas que tengan menos del 90% de renta sobre la media de la UE --todas excepto Madrid, Cataluña y Navarra-- tendrían fondos de cohesión.

En cualquiera de los supuestos planteados Extremadura se mantiene como Objetivo 1, es decir, con derecho preferente a recibir fondos estructurales.