El auge de los tipos y el permanente aumento del precio de la vivienda han hecho que las entidades financieras hayan ido sacando al mercado hipotecas con unos plazos de amortización cada vez mayores. Entidades como La Caixa, BBVA, Caja Madrid y Banco Santander ofrecen préstamos de cuarenta años y en el 2006 la caja vasca BBK puso en el mercado una hipoteca a pagar en cincuenta.

El último producto de este tipo en salir al mercado --y probablemente el más agresivo-- lo ha lanzado Caja Duero, una firma con fuerte implantación en Extremadura. Su Hipoteca Duero Joven Tranquilidad se paga al euribor más 0,25% hasta en 52 años. Como ocurre con la mayoría de préstamos similares, está destinada únicamente a menores de 35.

Dos ventajas claras de este tipo de productos son el poder afrontar unas cuotas mensuales más bajas y el que permiten el acceso a la vivienda a personas con un menor poder adquisitivo. Por contra, los largos periodos de amortización hacen que se acabe pagando solo en intereses casi el valor del inmueble y que, potencialmente, se esté sujeto a mayor número de oscilaciones en los tipos. Eso, claro, por no hablar de que pedir uno de estos préstamos con 35 años puede significar que se acabe de pagar con 85. Es decir, varios años por encima de la esperanza media de vida de un español.