Una de las bodegas más conocidas y carismáticas de la región en las últimas décadas, Viña Extremeña (Viniexsa), afincada en Almendralejo y que ha producido vinos afamados como Monasterio de Tentudía, Vademecum o Corte Real, se encuentra al borde del cierre debido a la mala situación económica que atraviesa desde hace ya algunos años y que se ha ido agravando en los últimos meses hasta el punto de haber despedido recientemente a los 17 trabajadores que venían realizando sus funciones en la bodega hasta hace poco. Fuentes de la propia sociedad han confirmado a este periódico que el cierre no es oficial y, de momento, se limitan a señalar que «no existe actividad».

Según ha podido saber este diario, desde Viña Extremeña están pendientes de algunos movimientos salvadores que pudieran llegar de manera externa, como la posibilidad de que algún grupo se interesara por la empresa para reactivarla, aunque la delicada situación económica no invita al optimismo. El exceso de personal en épocas de bonanza y la posterior y agresiva bajada de las facturaciones, unido a las deudas contraídas con Hacienda, han llevado a la bodega a una situación de estrangulamiento económico casi definitiva.

Los 17 trabajadores que tenía Viña Extremeña ya han recibido sus cartas de despido y podrían emprender acciones legales contra la sociedad por el impago de las últimas nóminas. Según fuentes de Viña Extremeña, uno de los principales problemas que les ha llevado a esta delicada situación ha sido la escasez de ventas de los responsables del departamento comercial. El pasado año la sociedad aplicó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) con la consiguiente reducción de jornada y sueldo para los trabajadores. La caída de las exportaciones y unas perspectivas negativas para las ventas a corto plazo precipitaron esta situación. Un año después no ha habido cambios en el escenario y se plantea el cierre.

Viña Extremeña pertenece al grupo Alcoholes Iglesias desde la década de los 90, cuyo director gerente es Alfonso Schlegel Iglesias. En los últimos años, debido a una enfermedad, este último ha delegado funciones en personal de confianza, aunque ya la situación parecía inevitable. Viña Extremeña ha proporcionado vinos muy prestigiosos a niveles internacionales. Se ha caracterizado por ser una empresa familiar, de tres generaciones, con instalaciones cercanas a la carretera de Alange. En su mejor época, esta sociedad llegó a tener hasta casi 50 trabajadores a pleno rendimiento. El año pasado la bodega sufrió un aparatoso incendio que se saldó con dos hectáreas de pasto quemados a su alrededor y centenares de palmeras y pinos de sus jardines dentro del recinto.

Dentro del grupo también se encuentra la Fundación Schlegel, nacida en 2002 y que ha recogido fondos solidarios para los afectados por el desastre del Prestige. La fundación ha distinguido con el premio ‘Vendimiador de Bronce’ a personajes destacados como Mijail Gorbachov, Mario Vargas Llosa o Juan Antonio Samaranch, entre otros.