Un carro medio lleno, seis, ocho, diez bolsas... Hasta ahora, los extremeños que acudían a un hipermercado Carrefour no solían reparar en cuántas bolsas precisarían para transportar su compra. Hasta ahora. Desde ayer, los establecimientos de la cadena francesa en la región cobran entre 5 y 50 céntimos por bolsas biodegradables o reutilizables.

Según el grupo, la iniciativa busca fomentar el cuidado del medioambiente, pero muchos ven como meta complementaria, o principal incluso, ahorrarse el importe de las bolsas que hasta ahora repartían gratis. La iniciativa se anunció en junio y poco más de un mes después, el hipermercado en Jaén fue el primero en ejecutarla, el 1 de agosto. En septiembre se unieron los centros de Madrid y el País Vasco y ahora es Extremadura, junto a otras cuatro regiones, la que dice adiós a las bolsas "de un solo uso".

"Lo que pretendemos es que la gente reutilice las bolsas", dicen fuentes de la cadena. ¿Cómo? Dejando de obsequiar a los clientes con un número ilimitado de ellas y poniendo precio a las nuevas: cinco céntimos por las de fécula de patata (parecidas a las tradicionales, pero más respetuosas con el medioambiente) o 50 por una reutilizable de más calidad.

¿Ecologismo o ahorro?

Pero más allá de la defensa de la naturaleza, más de uno ve en la iniciativa la búsqueda de rentabilidad. Menos bolsas regaladas, menos gasto para el hipermercado. Es lo que opina Belén Bazán, ama de casa que ayer recelaba de la medida tras comprar en el centro de Mérida: "No me convence, porque he visto por ahí informaciones de que no es tanto por el medioambiente como por su ahorro".

La misma opinión, enunciada de un modo aún más contundente, comparte Críspulo Pato, jubilado emeritense muy crítico con la decisión de Carrefour, que tildó ayer de "robo a mano armada". "No estoy nada de acuerdo y tengo yo que pagar su propaganda. Vergüenza les debía dar, que dice la radio que esto es para su beneficio, para ahorrarse muchos millones".

Lo cierto es que Carrefour no ha informado de cuántas bolsas de plástico prevén dejar de repartir, ni qué ahorro supondrán para sus arcas. Solo afirma que el 90% del plástico que usa la cadena se concentra en las bolsas de la línea de cajas y que en España cada habitante recibe al año 238 bolsas, que tardan 400 años en descomponerse y de las que solo se recicla el 10%.

Es por ello --defienden fuentes del grupo-- que han decidido contribuir a su desaparición con esta campaña, que aplauden otros consumidores, como Cintia Hornero, clienta del Carrefour de Mérida ayer y trabajadora en otro supermercado que augura que "al final todos harán lo mismo". Con su madre y su hermana, Cintia reconocía ayer que "muchas veces te juntas con un montón de bolsas y no sabes qué hacer con ellas".

Exactamente lo mismo piensan Santiago Carrasco y Basilia Rubio, una pareja de Alange a los que ayer pilló por sorpresa la retirada de bolsas, si bien aceptaron con agrado comprar algunas reutilizables. "Así las tienes ya para otras veces", se convencía Santiago resaltando que todo lo que sea cuidar del medioambiente es positivo. "Ahí estamos, luchando porque no nos pongan una térmica; claro que debemos colaborar", opina.