El presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo, señaló ayer que algo más de 200, de los 1.150 trabajadores que tiene actualmente la entidad, podrán acogerse voluntariamente a las prejubilaciones previstas con motivo del SIP con la CAM, Cajastur y Caja Cantabria.

Bravo aclaró que del número de trabajadores que decidan voluntariamente optar a las prejubilaciones o bajas incentivadas dependerá el número de despidos posteriores, que no concretó, pero sí dijo que el acuerdo laboral es consecuencia de "un plan de integración con unos parámetros que hay que cumplir y creemos que serán fácilmente alcanzables".

Respecto a la denuncia de Ausbanc por la inclusión de la cláusula suelo en los préstamos hipotecarios, señaló: "Actuamos con arreglo a los contratos firmados y, por tanto, dentro de la legalidad".