Llegaron al Parlamento las vallas de los paletos y con ellas la bronca. Todo empezó con la espantada de Ibarra, que tras el debate sobre la refinería aseguró que no escucharía "política de segunda división" y "pequeñeces".

El presidente del Parlamento, Federico Suárez, se ausentó por motivos familiares y al socialista Alejo Salas le tocó controlar el debate de ayer. Y es que ayer se escuchó de todo. Cristóbal Guerrero llegó a decir que Ibarra le recordaba a uno que hace muchos años "tenía un despacho en El Pardo".

Desde el PP, Javier Casado pasó de una cita bíblica para referirse a la relación entre Ibarra y Amigo --"una palabra tuya bastará para salvarme"-- a demostrar que conoce bien a la ganadora de Eurojunior al afirmar que el éxito del verano será este año "antes muerto que sin silla". Para rematar, afirmó que la campaña no se adjudicó por teléfono, sino "por telefonillo". El socialista Francisco Fuentes también fue contundente y puso una decena de ejemplos de corrupción en las filas populares.

Esto no le gustó demasiado a Manuel Amigo, quien insistió en que no aprueba la teoría del "y tú más" y tuvo dardos para todos. A Casado le animó a irse "al circo", a Tomás Martín Tamayo le dejó claro que no dice lo que opina de él "porque no sería agradable para el acta ni para los diputados" y con Floriano fue aún más duro: "Es usted un cadáver político y todo el mundo le conoce".