La Comisión Europea ha confirmado este martes 17 de enero que ha recibido la queja formal por parte de las autoridades portuguesas por la construcción de un Almacén Temporal Individualizado (ATI) en la central nuclear de Almaraz (Cáceres) porque considera que no se ha evaluado el impacto ambiental transfronterizo.

El portavoz de Medio Ambiente del Ejecutivo comunitario, Enrico Brivio, ha confirmado la recepción de la queja y ha reiterado que Bruselas estudiará ahora "cuidadosamente" el asunto. También ha explicado que está basada en el artículo 259 de los Tratados de Funcionamiento de la Unión Europea.

Según este artículo, cualquier Estado miembro puede recurrir al Tribunal de Justicia de la UE (TUE) el incumplimiento, por parte de otro Estado miembro, de las obligaciones de la legislación europea, pero antes debe someter el asunto a Bruselas.

El artículo recoge la Comisión Europea a emitir un dictamen motivado una vez que los países involucrados hayan tenido la posibilidad de formular sus observaciones por escrito y oralmente. No obstante, la falta de un dictamen en un plazo de tres meses desde la fecha de la solicitud "no será obstáculo" para poder recurrir ante el TUE, según los Tratados.

El ministro portugués de Medio Ambiente, Joao Matos, se reunió la semana pasada en Madrid con su homóloga española, Isabel García Tejerina, y tras el encuentro, pediría a la Comisión Europea que se pronunciara sobre el almacén, tras no alcanzar un acuerdo con España, país al que había pedido un informe sobre impacto transfronterizo del proyecto.

Tras el anuncio, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital aseguró que respetaba la decisión del ministro portugués de Medio Ambiente de acudir a la Comisión Europea y esperaría la resolución de la UE.

"Respetamos la decisión de las autoridades portuguesas y esperaremos la decisión que tome la UE", indicaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. Si bien, precisaron que desde esta cartera no tenían nada nuevo que añadir.