Marzo del 2004. Un juzgado pacense sigue la tramitación de un expediente para declarar el fallecimiento de un vecino de Alconchel, de quien se desconoce su paradero y no se tiene noticias desde el 14 de agosto de 1936. Casi 70 años después, Extremadura sigue rehaciendo parte de su memoria.

Sin miedo a mirar en un pasado lleno de silencios, numerosos expertos han analizado en Cáceres el fenómeno de la represión en la Guerra Civil Española. Durante dos días, investigadores y testigos del conflicto armado han puesto en común los datos sobre una parte de la historia extremeña que sigue despertando recelos cada vez hay que recordarla.

Emilio Silva y Santiago Macías son, en parte, el espíritu del impulso vivido en este país para recuperar la memoria histórica. Empezaron su aventura con la búsqueda del abuelo de Emilio, los 13 de Priaranza , en León. De ahí, a un dilatado trabajo de investigación para hacer justicia con los miles de desaparecidos en fosas y cunetas que las tropas franquistas dejaron desperdigados en la contienda bélica. Un proyecto que no pretende abrir nuevas heridas y que plasman en su libro Las fosas de Franco .

Trabajo por hacer

Hoy, tres años después, siguen en su lucha. "Todavía hay mucho trabajo por hacer y seguimos buscando donantes de memoria, porque es un patrimonio que no debemos perder". Ahora, su objetivo es conseguir que el Estado pueda garantizar los resortes necesarios para que cualquier familiar de un desaparecido tenga los medios para poder buscarlo. "Con los fondos que ha estado recibiendo estos años la Fundación Francisco Franco se podría haber llevado a cabo una amplia investigación con los centenares de voluntarios de arqueología y medicina forense que se han ido ofreciendo para trabajar en este ámbito", señala Santiago Macias.

En ese sentido, ambos destacan la labor iniciada en la región y en la que participan la Uex junto a la diputaciones provinciales y la Junta. Extremadura fue una de las regiones más castigadas durante la guerra civil. Según el profesor Julián Chaves, la represión en Badajoz, representada fundamentalmente por el bando de Franco, ofrece unas cifras que la sitúan como la provincia con un mayor número de fusilados de toda España, con más de 12.000 ejecuciones.

Esta conclusión forma parte de las investigaciones que se llevan a cabo en la comunidad para sacar a la luz parte de una memoria que sigue en el olvido. "Aún hay mucha historia que sigue enterrada".