Nadie se lo quería perder. La lluvia dio una jornada de tregua y la habitualmente abarrotada cabalgata de Reyes puso a prueba al dispositivo de seguridad, con una afluencia masiva de cacereños al recorrido de Sus Majestades. Tras las visitas matutinas a diferentes colectivos, el acto más esperado se inició a las 18.30 horas en el Sepei. De allí partió una novedosa cabalgata con 4.000 rosquillas de sabor a cola --convertida en la pieza más codiciada durante el desfile--, que se unieron a 3.500 kilos de caramelos, nueve carrozas y más de 250 personas, junto a los tres protagonistas de la comitiva: Melchor, Gaspar y Baltasar. Todos ellos conformaron una de las cabalgatas más vistosas que se recuerdan. Por eso, los otros protagonistas de la jornada, el público familiar, colapsó las calles del desfile antes, durante y después de las casi tres horas de recorrido. Las principales concentraciones, como es habitual, se registraron en las avenidas de Isabel de Moctezuma, Antonio Hurtado y de España, aunque no faltó público en ninguno de los tramos del recorrido.

Los Reyes Magos se presentaban en la ciudad con nuevos trajes --rojo para Melchor, azul para Gaspar y Amarillo para Baltasar--, mucho más ricos que hasta ahora y también con tronos monumentales, a juego con las vestimentas. El de Baltasar era el más llamativo, inspirado en el Egipto de los faraones y decorado con sarcófagos y grandes estatuas. La monumentalidad de las carrozas causó algunas dificultades durante el recorrido por los puntos más estrechos, como la confluencia de San Antón con San Pedro.

El leit motiv de la cabalgata eran los juegos tradicionales. Abriendo el desfile iba el colectivo de peruanos con sus trajes tradicionales. Tras ellos los pastores extremeños, los duendes del bosque, los reyes de la selva, la magia de oriente, el cartero real y por supuesto, Sus Majestades. En total, nueve carrozas, acompañadas por personajes de dibujos como Shrek, zancudos, payasos y monigotes. A las 21.00 horas los Magos de Oriente llegaron a la plaza Mayor, donde tras ser recibidos por la corporación municipal salieron al balcón para saludar al numeroso público que esperaba. Aún les quedaba toda la noche de trabajo antes de que hoy, todos abramos regalos.