E 1 de enero del 2018 Extremadura tendrá 11.727 habitantes más que ahora, superando los 1.090.000 residentes. Sin embargo, este exiguo crecimiento poblacional (se espera que España sume unos cuatro millones de habitantes en el periodo) no se repartirá igual entre las dos provincias. Mientras, la de Cáceres perderá casi 8.000 habitantes, quedando por debajo de los 400.000, la de Badajoz ganará 19.600, y superará los 690.000.

Al menos así lo refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE) en sus proyecciones de población, dadas a conocer ayer.

Según el estudio, a partir de ahora la provincia cacereña pasará a perder anualmente casi 800 habitantes frente a lo ocurrido en el periodo 2002-2008, cuando ganó una media de 600 residentes por año. Badajoz también se verá afectada por el descenso, pero no entrará en números negativos: pasa de ganar casi 3.000 habitantes por año a ganar menos de 2.000.

Una de las variables que sostiene la proyección del INE es que la tasa de natalidad no sólo no se va a recuperar en ninguna de las dos provincias, sino que descenderá aún más. De este modo, si en el 2008 nacieron en la provincia de Cáceres 3.349 niños, en el 2017 nacerán 2.821, con una caída sostenida año por año. Igual ocurrirá en Badajoz, donde en el 2008 nacieron 6.700 niños, mientras que en el 2017 las maternidades pacenses atenderán 5.956 partos.

Y mientras, el número de muertes se mantendrá prácticamente inmutable en el periodo: en torno a 4.200 por año en Cáceres y en torno a 6.700 en Badajoz. Esto supone que la región agudizará sus números rojos en cuanto a extremeños nacidos en Extremadura, que pasan de un saldo negativo de 740 en el 2008 a casi 2.300 en el 2017. Sólo Extremadura, Galicia, Castilla y León, Asturias, País Vasco, Aragón y Cantabria presentarán un crecimiento vegetativo negativo.

Con todo, a nivel nacional, y pese a que el balance entre nacimientos y muertes seguirá siendo positivo, se produce un notable descenso del saldo vegetativo, que pasa de 122.000 personas ahora a 40.000 dentro de nueve años.

INMIGRANTES Por ello, y como ha venido ocurriendo en los últimos años, serán los inmigrantes los que nivelen la balanza. Hasta el 2017 se espera que a España lleguen casi cinco millones de inmigrantes, mientras que se marcharían a vivir fuera poco más de dos millones de españoles.

En el caso extremeño, donde la inmigración ha venido teniendo una menor presencia, se mantendrá esta tónica. Según el INE acudirán a la provincia de Badajoz poco más de 29.000 extranjeros mientras que 18.300 pacenses se marcharán a vivir fuera de España. En Cáceres se asentarán hasta el 2017 12.500 nuevos inmigrantes y saldrán de la provincia para vivir en el extranjero algo menos de 6.000 cacereños. Esto arroja para la región un saldo migratorio con el exterior positivo en 17.500 personas.

De este modo, en ambas provincias habría más extranjeros que vienen a residir que extremeños que se van de España.

Sin embargo, esta coincidencia vuelve a romperse si se atiende a los españoles de otras provincias que acudirían a vivir a las provincias extremeñas.

En la provincia de Badajoz, durante todo el periodo llegarían para vivir alrededor de 8.000 españoles de otras provincias, mientras que poco menos de 7.000 pacenses se marcharían a otros lugares de España, con lo que el saldo anual es positivo en unos 1.200 habitantes por año.

En Cáceres se da el fenómeno contrario: el número de españoles de otras provincias que llegarían a la cacereña se estabilizaría en el entorno de los 5.400 por año, mientras que durante la práctica totalidad del periodo saldrían más cacereños a vivir fuera. Sólo en los últimos años el saldo se suavizaría, incluso se prevé que en el 2017 sea positivo, siquiera por 81 personas.