"Me molesta ese afán por aparentar que se observa en Cáceres, ese afán por lo superficial que se da en la capital. En los pueblos, la gente sabe lo que cuestan las cosas, lo que se sufre para conseguirlas. En los pueblos saben cómo se ha ido avanzando y la gente no se olvida de esas cosas. Por eso, en los pueblos se apuesta por las cosas interesantes, por lo que de verdad importa y no por lo superficial".