La división territorial de Extremadura en dos provincias responde a una "delimitación espacial obsoleta", que propicia que sea más viable y rápido viajar a la capital de España que a Cáceres o Badajoz, según un informe realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El informe Desarrollo Rural de Base Territorial: Extremadura (España) analiza la importancia de la estructuración espacial para el desarrollo de la economía de las áreas rurales. La OCDE, en colaboración con la Junta, se centra, según la agencia Efe, en el estudio de la región desde varias perspectivas.

En relación a la estructuración territorial, señala que la división de los 41.600 kilómetros cuadrados de superficie en las dos provincias más grandes de España fue ya una "aberración planificadora" en 1833.

La generación de disparidades sociales, el abandono de los núcleos rurales o el deterioro del patrimonio edificado y ambiental son algunos de los problemas consecuentes de la estructura regional establecida, un modelo "que no tiene sentido en el siglo XXI".

El hecho de que ese sistema territorial esté cada vez más obsoleto contribuye a afianzar las desigualdades entre las pocas ciudades y el alto índice de los municipios rurales.

La provincia, destaca, actúa como elemento de retardo del desarrollo simétrico de la región, ya que la mitad de los municipios se sitúan a más de 100 kilómetros de distancia, y en algunos casos a más de 200, de las capitales provinciales.

Ello se une a la existencia de unos "trasnochados sistemas de transporte público", que hacen más viable y rápido viajar a la capital española que a Cáceres o Badajoz y deja a grandes espacios y poblaciones en una situación "remota y marginal".

El sistema de ocupación humana se caracteriza por una estructura en forma de archipiélago, donde se distinguen cuatro niveles topográficos.

El primer nivel, que en el informe se denomina "urbano", está constituido por Badajoz, Cáceres, Don Benito-Villanueva, Mérida, Plasencia y Almendralejo.

El segundo nivel, "semi-urbano", está conformado por Montijo, Navalmoral de la Mata, Zafra, Villafranca de los Barros, Coria, Olivenza, Miajadas, Jerez de los Caballeros, Azuaga y Trujillo.

El tercer nivel, "semi-rural", está constituido por las pequeñas islas que constituyen los veintiséis núcleos cuyos índices de población se sitúan entre los 5.000 y los 10.000 habitantes.

El resto del espacio rural es un "mar de pastos y matorrales" que representa uno de los vacíos poblacionales más grandes de Europa, con 330 municipios y una densidad de doce habitantes por kilómetro cuadrado.