La Guardia Civil y la Policía Nacional, en un operativo conjunto en Sevilla, han desmantelado un grupo de falsificadores especializados en estafas bancarias al manipular cheques y pagarés sustraídos a sus propietarios del buzón de sus domicilios. En total se han puesto al descubierto más de 100 fraudes que ascienden a más de 2,2 millones de euros. La banda actuó en Badajoz y Cáceres, además de en otras 15 provincias españolas, según ha confirmado el Gobierno.

La operación se inició hace justo un año, cuando se recibieron denuncias por el cobro de cheques y pagarés vinculados a cuentas en las que eran titulares entidades mercantiles, que habían sido remitidos vía postal a proveedores, y que ahora aparecían manipulados en las cantidades y las identidades de los titulares a los que iba dirigido el pago.

La actuación se ha saldado con la detención de cuatro personas, durante una investigación que se ha extendido, además de en Sevilla y Extremadura, por Armilla (Granada), Cádiz, Málaga, Córdoba, Algeciras, Jerez de la Frontera, Madrid, Bilbao, San Fernando de Henares, A Coruña, Valencia, Salamanca, Murcia y Soria.

Para cometer las estafas, los arrestados han empleado 35 identidades falsas en 16 bancos y se han visto perjudicadas 21 empresas. En una de las denuncias recibidas en Arahal (Sevilla) una persona, tras apropiarse de un talón bancario del buzón de su propietario, consigue extraer de manera fraudulenta cierta cuantía de dinero al falsificarle su titularidad y la cantidad a percibir. En Carmona se detectó la existencia de un individuo que abrió varias cuentas de ahorro con un DNI falso, coincidiendo su foto con el del caso anterior. La fotografía se distribuyó hasta que fue identificado en la puerta de otra sucursal, en Brenes, donde fue detenido J. R. P., de 51 años, portando dos DNI a los que había alterado la fotografía para tener dos identidades nuevas. Otros detenidos son Francisco Manuel S. C., de 33 años;Juan Manuel D. S., de 53 años; y J. R. R. G., de 46.

Tras las detenciones se procedió a realizar dos registros domiciliarios en Sevilla, en los que se intervinieron 60.000 euros, 18 DNI falsos, tres cartillas fraudulentas, seis talones falsificados, nóminas falsas, así como un sofisticado equipo informático y documentación sobre a las estafas.