Un año nefasto. Preocupante. El peor dato de los últimos 20 años. Caída de la renta agraria. Hundimiento de precios. Estas son algunas de las expresiones que se repiten en las valoraciones que las organizaciones profesionales agrarias están realizando al echar la vista atrás a un año, el 2009, que ha golpeado duramente a todos los sectores de la economía extremeña.

Dos organizaciones profesionales agrarias, Coag y Asaja, coincidieron en el día de ayer en la presentación de sus balances del año. Sus dirigentes, Juan Moreno y Angel García Blanco, respectivamente, apuntan hacia la caída de los precios que perciben agricultores y ganaderos por sus productos como la principal causa de que en 2009 se haya producido una caída de la renta agraria.

Este ha sido el tercer año consecutivo en el que se produce esta circunstancia, según los cálculos de Asaja, que cifra en un 26% la merma del poder adquisitivo desde el 2006, y en el cien el número de empleos que cada día se han perdido en el sector en el último año. En una rueda de prensa en Badajoz, el dirigente de Coag achacó esta situación a la presión ejercida por las grandes distribuidoras, lo que ha propiciado que los productores hayan financiado "la engañosa guerra de precios" de los supermercados que han trasladado las rebajas ofrecidas al consumidor hasta los productores para mantener sus márgenes comerciales.

En cuanto a la Política Agraria Común (PAC), la ha calificado como "totalmente ineficaz para regular el mercado" ya que, a su juicio, la progresiva eliminación de los mecanismos públicos de regulación prevista en la misma ha favorecido "una inquietante volatilidad de los precios", según recoge Efe.

El balance de las explotaciones agrarias sigue siendo negativo a pesar de que este año se ha producido una reducción de los costes, mientras que las producciones no están generando valor añadido porque en este año se han registrado unos precios "de ruina" en todos los subsectores, señaló Moreno.

La disminución del precio del arroz "a casi la mitad", así como el "desplazamiento desmesurado" hacia el cultivo del tomate, que ha supuesto también que su rentabilidad "esté en peligro y la desaparición progresiva del cultivo del maíz", son algunos de los argumentos ofrecidos por Asaja. García Blanco también apuntó "problemas" con los precios en el aceite de oliva, que "a pesar del descenso de producción junto con el hundimiento" de los precios en el sector del vino han colocado a estos dos sectores "en el disparadero".

Respecto a la fruta, considera que la "avaricia" de las grandes cadenas de distribución "pone en peligro permanente a este sector" incluso en años en los que, como este, se registra una buena campaña.

En cuanto a la ganadería se refirió al coste de la alimentación complementaria y a la escasez de terneros y corderos como consecuencia de una "nefasta campaña de vacunación de lengua azul" como algunos de los principales problemas del sector.

También la sequía ha contribuido a un balance tan negativo, tanto en la ganadería como en la agricultura. La escasez de precipitaciones de la primavera provocó una de las más bajas cosechas de cereales en el secano, con una disminución en torno al 30% de la producción, según el dirigente de Asaja, quien recordó que esta situación de "auténtica ruina" culminó con la "gran manifestación" del pasado 21 de noviembre en Madrid.