Los consejos de administración de Caja Badajoz, CAI y Cajacírculo de Burgos aprobaron ayer su integración en un Sistema Institucional de Protección (SIP). Los responsables de las tres entidades dieron el visto bueno tanto al contrato de integración como a las líneas generales del plan de viabilidad de esta fusión fría , con lo que ya solo resta que la unión sea ratificada en sus respectivas asambleas generales.

El presidente de Caja Badajoz, Francisco García Peña, confirmó ayer que el consejo de la entidad pacense había aprobado por unanimidad la puesta en marcha del SIP, y mostró su satisfacción por el acuerdo, si bien reconoció que el camino que se abre ahora "no va a ser fácil". Por lo pronto, los presidentes de las tres cajas entregarán hoy la solicitud de integración en el Banco de España, cuya comisión ejecutiva la examinará el próximo viernes.

En este sentido, el máximo responsable de Caja Badajoz aclaró que, en el caso del plan de viabilidad, el organismo regulador ha permitido que de momento se presente solo "un esbozo de lo que va a ser", ya que al ser este el último SIP en echar a andar --el inicio de las negociaciones se aprobó hace poco más de un mes--, se ha contado con menos tiempo que otras entidades para definirlo. Sobre la fecha de convocatoria de la asamblea, indicó que esta se celebrará en el último trimestre del año, "probablemente" en octubre.

García Peña prefirió no dar más detalles sobre el proceso de integración --se facilitarán de forma simultánea con CAI y Burgos--, pero fuentes cercanas al SIP apuntaron ayer que su sede social estará en Zaragoza (donde está la de la CAI) y que se mutualizarán el cien por cien de los recursos propios y de los beneficios de las tres cajas de ahorros --el mínimo es del 40%--, "lo que prueba que aquí no hay vuelta atrás".

En cuanto al reparto de poder, es "algo que todavía no está del todo definido" pero, en principio, a Caja Badajoz podría corresponderle entre un 22% y un 24%, mientras que un 49% estaría en manos de la CAI y de un 27% a un 29% en las de Cajacírculo. Además, la idea es no tener unos únicos servicios centrales, sino que cada entidad centralizaría aquellas áreas en las que es más eficiente. Faltarían aún por concretar cómo se realizará la asignación y distribución de las oficinas que estén fuera de los territorios naturales de cada caja --"aunque lo que se quiere es que cada una siga con las suyas", puntualizan las mencionadas fuentes--, y el nombre que tendrá la futura entidad (se ha barajado el de Caja 3).

Tras la aprobación del contrato de integración, García Peña se reunió con los responsables de los cuatro sindicatos que cuentan con representación en esta entidad: el de Cuadros, UGT, CCOO y Csica. Los responsables de las secciones sindicales de UGT y Csica, Rafael Gil y Camilo Trejo, respectivamente, explicaron ayer que el compromiso de la caja era que cualquier excedente de plantilla resultante del SIP se resolviese de forma no traumática y pactada (las bajas llegarían fundamentalmente a través de prejubilaciones). Además, aquellos trabajadores que pasen a la entidad central del SIP (que tendrá ficha bancaria) podrán seguir adscritos al convenio colectivo de las cajas.