Caja Badajoz descarta una fusión en sentido estricto con cualquier otra entidad financiera y se inclina por buscar "alianzas" mediante una fórmula tipo SIP (Sistema Institucional de Protección) con entidades "solventes" y "eficientes" de otras comunidades autónomas.

En una entrevista concedida a Europa Press, el presidente de Caja Badajoz, Francisco García Peña, subraya que a día de hoy la entidad pacense "está abierta a cualquier solución", si bien ya no se trabaja en el escenario de una fusión con Caja Extremadura porque entre ambas no alcanzarían un "volumen suficiente de recursos", lo cual le obligaría a la nueva caja resultante a ir a otra fusión o alianza con terceros, de manera que los "esfuerzos" anteriores resultarían "inútiles".

Además, Caja Badajoz tampoco se fusionará con otra caja del resto de España porque la fórmula de fusión propiamente dicha no permitiría a la entidad pacense mantener su "marca", "arraigo al territorio" y "obra social", que es la "premisa" de la que parte para abrir cualquier negociación próxima tendente a cerrar "alianzas".

Francisco García Peña avanza que Caja Badajoz irá "a buscar cajas solventes, cajas que tengan liquidez, que sean eficientes" y que sean "un poco" como la propia entidad que preside en cuanto a sus características. Preguntado por las informaciones que han vinculado a Caja Badajoz con alguna caja andaluza, particularmente Cajasol, apostilla que aunque "la dimensión probablemente es lo de menos, quizás las cajas andaluzas son excesivamente grandes". "En ese sentido alguien pudiera pensar que más que un SIP con unas cajas andaluzas estaríamos hablando de una fusión, simplemente por motivos de tamaño, ¿no?, cosa que a nosotros no nos agrada; eso es inconveniente".

"Nosotros --prosigue García Peña-- buscaremos cajas que tengan una serie de requisitos en su modelo de gestión y en sus resultados y en sus indicadores, que sean apetecibles o que sean similares a los nuestros, y que en todo caso pudieran ser complementarios". También es importante, subraya, que "la gente se sienta cómoda".

"No nos sentiríamos cómodos con nadie que, aunque no lo dijera, tuviera en mente que no estuviéramos llegando a una solución de alianza a través de conservar nuestra marca, nuestros orígenes, nuestra obra social , etcétera, sino que en el fondo estuviera pensando en una absorción", advierte.

Insiste el presidente de Caja Badajoz que a "no importa la región" a la que estas futuras aliadas pertenezcan. Incluso matiza que "probablemente el hecho de que la procedencia sea de distintas regiones o de regiones alejadas facilita el hecho de que no haya solapamiento entre oficinas" y al respecto puntualiza que aunque "sería en todo caso una cuestión menor", con Cajasol "probablemente pudiera haber solapamiento" de sucursales.

Preguntado sobre qué cajas españolas tienen ese perfil similar o complementario al de Caja Badajoz, García Peña cita de corrido a Cajamurcia, Caja Cantabria, Caja Astur, Caja Rioja o Caja Insular. "Hay un serie de cajas en el territorio nacional ahora mismo que tienen unas características muy similares a las nuestras", señala el presidente de Caja Badajoz, quien posteriormente anuncia: "las próximas semanas serán determinantes, porque algunos movimientos haremos, tendremos que hacer". "Confieso que no he tenido conversaciones todavía con presidentes en este sentido; por tanto, las ofertas que en un momento determinado se pudieran hacer desde Cajasol están ahí", asegura García Peña, quien reconoce que él ha "tenido ofertas de otras entidades para iniciar conversaciones" pero hasta la fecha no lo ha hecho.

"Me han llamado de varias entidades de varios sitios de España para poder tener algún tipo de conversación", reitera el presidente de Caja Badajoz, quien apostilla también que en el consejo de administración de la CECA, del cual forma parte, habla con "mucha frecuencia" con presidentes de otras 24 cajas. "Nos tiramos piropos simplemente, pero no hemos llegado a concertar nada; está todo muy abierto y en todo caso siempre lo haríamos desde la prudencia", apunta.

Caja Extremadura

Respecto al descarte definitivo de la fusión con Caja Extremadura, que era el escenario de futuro que se ha manejado tradicionalmente, García Peña subraya que la fusión era "técnicamente viable" por ser ambas entidades "muy complementarias", dado que una tiene más presencia en la provincia de Cáceres y otra en la de Badajoz y también fuera de la región.

Destaca además que tal operación se cerraría sin necesidad de "acudir al FROB". Añade que incluso se disponía de una proyección a tres años vista en una "situación de estrés" que demostraba que la caja resultante de la fusión "no entraría en pérdidas ni siquiera".

"Otra cosa es que se entienda que si hay que hacer alguna prejubilación ese coste sería innecesario o superfluo, o un coste laboral no asumible sencillamente; pero reconversiones en este país han sucedido algunas cuantas y los costes encima de la mesa (en el caso de las cajas extremeñas) son muy razonables". Aclara que el estudio de costes de Caja Badajoz tenía "cierto grado de coincidencia" con el de Caja Extremadura, si bien con "algunas menos" oficinas abocadas al cierre.

Por tanto, el "motivo real", aclara el presidente de Caja Badajoz, no son las prejubilaciones ni tampoco posibles disputas que pudieran resultar en el futuro acerca de la ubicación de la sede, sino que la caja producto de la fusión reuniría unos recursos de unos 11.000 millones de euros, cifra muy alejada de los 50.000 millones que recomienda el Banco de España para que una caja sea realmente operativa en el escenario actual.

Así, dicha caja nueva se vería obligada a a buscar alianzas con terceros. "No vamos a gastar esfuerzos importantes para que sea una solución muy temporal y que no va a solucionar nada", puntualiza.

Francisco García Peña considera, por otra parte, que en este caso el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, actuó "irresponsablemente" cuando hizo declaraciones sobre un escenario en el que las cajas extremeñas no se acabarían fusionando entre sí, en aras de salvar los costes que tal proceso supondría. "Esas declaraciones no ayudan a nada" dice García Peña, quien apostilla que además procedían "de un ámbito en el que el cambio de posición ha sido una constante".

En cuanto a las críticas que reciben las cajas por un supuesto intervencionismo de la clase política en su funcionamiento y decisiones, García Peña asegura que en Extremadura, por parte de las autoridades, nunca ha habido injerencias. "Nunca se nos ha hecho ninguna indicación sobre a quién hay que darle un préstamo o a quién no hay que dársela o sobre qué porcentaje o qué interés tenemos que poner en alguna operación", afirma.

Francisco García Peña reitera que el "negocio de una caja" no guarda relación con las disputas políticas, al margen de que sucedan acontecimientos como el "espectáculo" acaecido en Caja Madrid, el cual achaca a una "situación puntual" provocada por "actitudes personales de determinados responsables políticos o irresponsables políticos".

Para el presidente de Caja Badajoz, en cambio, "bienvenida sea la presencia de la política en las cajas" si con 'política' se hace referencia a la composición de sus órganos de gobierno. "Es un reparto razonable y una presencia razonable de la sociedad y, por lo tanto, una presencia mucho más interesante que la que puedan tener los bancos en los consejos de administración con sus accionistas, que son personas que también tendrán ideología y también votarán políticamente", sostiene García Peña.