Caja Badajoz ha dado el primer paso para unirse con Caja Inmaculada de Aragón y Caja Círculo de Burgos. El consejo de administración de la caja pacense aprobó ayer "un acuerdo de intenciones" para constituir un Sistema Institucional de Protección" (SIP), o proceso de fusión fría, con las dos entidades mencionadas, con el respaldo del Banco de España y sin acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dados "los buenos indicadores de las entidades".

Nace así "uno de los grupos más solventes del nuevo mapa financiero español", con el objetivo de "reforzar la potencia patrimonial, solvencia, eficiencia, liquidez, rentabilidad y excelente posición financiera" para competir en el entorno actual, combinando "la implantación regional de cada una con su complementariedad geográfica", según un comunicado emitido por la entidad tras el consejo de administración, celebrado casi al tiempo los de las otras dos cajas, cuyos comunicados son idénticos.

La complementariedad de redes comerciales y plantillas da presencia al grupo en más de dos tercios del país --menos País Vasco, Pamplona, Albacete y provincias orientales de Galicia y Andalucía--, y en Portugal. Además, evita duplicidades y confirma su "liderazgo y potencial expansión en Aragón, Extremadura y Castilla y León, siendo una de las ventajas destacadas del proyecto frente a otras alternativas", señaló la propia caja. Asimismo, mientras Caja Badajoz tiene una oficina en Burgos, otra en Zaragoza y aporta las tres de Portugal, las otras dos carecen de sucursales en Extremadura. Sí coinciden las tres en Madrid.

Destacó también la caja que "el acuerdo favorecerá a clientes, empleados y a la sociedad en general", así como respetará la personalidad jurídica de las tres entidades, su obra social, sus señas de identidad y los órganos de gobierno respectivos. Las tres cajas comparten "una filosofía: el compromiso con su tierra, sus orígenes, sus gentes y la vocación de servir a los intereses a los que siempre han prestado sus esfuerzos y dedicación".

El grupo nace como "uno de los más eficientes y solventes del sistema financiero español": con un volumen de activos de 21.394 millones; 2.000 millones en recursos propios; un coeficiente de solvencia del 13,5% y una ratio de liquidez del 14,2% del activo, frente al 7,4% de media de las cajas y el 3,3% de las entidades de crédito. La previsión de beneficios es de 281 millones. Las entidades suman unos 3.000 empleados y más de 600 oficinas.

El consejero de Administración Pública, Angel Franco, consideró que el SIP acordado por Caja Badajoz será "ventajoso para la región". Franco se limitó a indicar que "se crea una caja nueva, con más capacidad y más fuerte", si bien no quiso hacer más valoraciones hasta conocer los detalles", informa EP.