Caja Cantabria negocia un acuerdo de integración con Caja de Extremadura, Cajastur, Caja Murcia, Caixa de Baleares y Caja Granada, al que se podrían incorporar otras entidades, anuncia hoy su presidente, Enrique Ambrosio Orizaola, en la Asamblea General de la entidad de ahorro.

Si el acuerdo se hace efectivo, lo que podría ocurrir este año, se constituirá uno de los grupos líderes del sector financiero español, incluidos bancos y cajas, por volumen de negocio, fondos propios, beneficios y activos, con más de 150.000 millones de euros.

Las cajas que se proponen formar un Sistema Institucional de Protección (SIP), la fórmula de alianza elegida, han constituido ya un grupo de trabajo para analizar la posibilidad de firmar un acuerdo inicial que haga posible trabajar después en un protocolo de integración consensuado.

El presidente de Caja Cantabria subraya que todavía no está definido "ni siquiera el perímetro" y que las cajas "no han firmado nada", porque las conversiones están todavía en la fase de análisis, si bien muestra su "plena confianza" en el "éxito" de esta operación y ha opinado que todos los que están negociando deben ser "generosos y flexibles".

Ambrosio Orizaola tampoco precisa la fecha en la que se firmará ese acuerdo inicial, porque existen todavía "incógnitas" sobre el tratamiento contable, fiscal y jurídico al que tiene que someterse un SIP y porque no está cerrado el grupo de cajas que lo conformarán.

No obstante, el director de la entidad, Javier Eraso, apunta que de producirse el acuerdo, será este año.

La consecuencia de esas "incógnitas" es que, a día de hoy, no ha sido posible acordar cuestiones básicas como la metodología a emplear para la asignación de derechos políticos y económicos a cada una de las cajas que conforman el SIP, que, por ley, deberá ser un banco; el modelo de Gobierno corporativo o el grado de mutualización de beneficios.

El protocolo deberá resolver también cuestiones como la naturaleza jurídica de la entidad, la estructura del órgano de administración, los criterios para la toma de decisiones, la estrategia funcional y el plan laboral.

Las cajas tienen que ponerse también de acuerdo para acudir o no al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB).

Ambrosio Orizaola se muestra partidario de dejar abierta la posibilidad de acudir a este fondo porque "puede facilitar las cosas".

El presidente de Caja Cantabria explica que se está trabajando "con el máximo empeño" para tratar de resolver esos problemas cuando antes, pero también ha insistido en que la elevada complejidad de un proceso de integración y su impacto decisivo en el futuro de la entidad, obligan a extremar "el rigor, la profesionalidad y la prudencia" con la que debe ser analizado.

"Estén ustedes seguros de que no cabe ninguna duda de que al final de este proceso alcanzaremos el éxito que todos perseguimos para Caja Cantabria", resalta Ambrosio Orizaola a los consejeros generales de la entidad, ante quienes ha defendido esta alianza para consolidar la solvencia de la entidad y evolucionar hacia modelos de negocio más diversificados.

El presidente de Caja Cantabria destaca que el grupo que se forme deberá ser "potente, muy potente, cuanto más potente mejor", para que en dos o tres años no haya que repetir la operación.

Una vez que esté definido el protocolo de integración deberá ser presentado ante la Asamblea General para obtener su aprobación, al Gobierno de Cantabria y al Comité de Empresa.

El presidente de la entidad dice que la integración es la decisión más importante que adoptará la caja desde su creación, la ha defendido como una gran oportunidad de futuro, para crecer en mercados y clientes, y ha dicho a los consejeros generales que en esta decisión, los "intereses políticos y personales" deben ceder ante los intereses de la propia caja.

Si se materializa, Caja Cantabria mantendrá su marca, sus órganos de Gobierno, la obra social y, en su zona natural -que representa el 80 por ciento de su negocio- una "cierta independencia", aunque todas las entidades que forman el grupo deberán ceder parte de sus competencias a una unidad central.

El director de la entidad adelanta que el impacto de la operación en la red comercial será "nulo", porque no habrá solapamiento, y ha subrayado que no habrá bajas traumáticas.