Caja de Extremadura obtuvo el pasado año 2008 un beneficio neto de 54,7 millones de euros, lo que supone 72,3 millones de euros de beneficio antes de impuestos. Así se destaca en la cuenta de resultados de la entidad, que "refleja la política de prudencia aplicada ante la complicada situación económica en la que se desarrolla el actual contexto económico", señala Caja de Extremadura y recoge la agencia Europa Press.

Los datos destacan que la entidad extremeña alcanzó un beneficio recurrente superior en un 16,5% al del ejercicio precedente, y destinó más del 50% de su margen de explotación a realizar dotaciones para reforzar su solvencia. La entidad financiera explica que, en este contexto de "importante desaceleración en el ritmo de actividad económica", la inversión crediticia alcanzó los 5.826 millones de euros, con un crecimiento anual del 5,8%.

Caja Extremadura reseña que en 2008 aplicó "una política de apoyo al sector productivo y a las familias extremeñas" y destinó "importantes recursos" a la financiación de la economía de la comunidad autónoma, para lo cual firmó convenios con la Junta de Extremadura "que reafirman el compromiso de esta entidad para minimizar los efectos de la crisis en nuestra economía real".

Esta apuesta por los sectores productivos, se pone de manifiesto en que la entidad destina el 97% de su volumen de recursos ajenos captados a financiar la actividad productiva, "contribuyendo así de manera decidida al progreso económico de nuestra región", señala la entidad.

Desde el punto de vista de la captación, el volumen de recursos ajenos aumentó un 9,8%, porcentaje superior al 4,6% del conjunto de cajas de ahorros. Resaltó que la captación de depósitos minoristas ha experimentado un crecimiento de 332 millones de euros, destinados en su totalidad a financiar la actividad crediticia de la entidad.

La entidad considera que "en un año de elevadas dificultades por el actual contexto económico en el que se desarrolla la actividad financiera", la Caja de Extremadura alcanzó "significativos crecimientos en todos sus márgenes de negocio y de explotación". En este sentido, subraya que el margen financiero, que es la diferencia entre lo que se paga a los clientes por los depósitos y los ingresos obtenidos por sus inversiones, ha aumentado un 12%, logrando mantener la rentabilidad del ejercicio anterior, "lo que le permitirá situarse en el segundo lugar en el ránking sectorial por este concepto".

Así, señala la entidad que "junto con el estricto control de costes" que ha realizado, "el margen financiero se ha constituido en el pilar básico para alcanzar un margen de explotación de 145 millones de euros, superior en un 13,7% al de 2007".

Asimismo, reseña que "esta buena evolución ha permitido que la Caja de Extremadura continúe incrementando sus niveles de eficiencia", que se marca como uno de sus principales objetivos, para dejar situada esta ratio en el 38,1%, con una mejora de 2,5 puntos porcentuales en relación al año anterior, lo que "posibilitará que la entidad se mantenga en el cuarto lugar del ránking sectorial según este indicador".

Desde la caja se indica que "ante el complicado entorno económico actual", la Caja de Extremadura ha decidido aplicar una "política de prudencia", así como "mantener al máximo las dotaciones genéricas, así como constituir fondos adicionales para cubrir riesgos contraídos con sectores en dificultades, lo que ha supuesto que haya realizado dotaciones voluntarias por un volumen de 51 millones de euros".

Señala la Caja de Extremadura que a cierre del ejercicio mantiene una ratio de mora del 2,83%, un porcentaje que "a pesar del crecimiento experimentado en el ejercicio se sitúa muy por debajo del 3,69 por ciento que de media presenta el conjunto de cajas de ahorros".

Para hacer frente a esta situación, la entidad explica que mantiene un volumen de fondos por importe de más de 180 millones de euros que sitúan su ratio de cobertura de activos dudosos en el 114,1 por ciento, notablemente superior al 60,6% del sector de cajas de ahorros.

Añade que adicionalmente, la entidad cuenta con unos recursos propios superiores en más de un 50% a los mínimos establecidos, con un coeficiente de solvencia por encima del 12% y en el que el mínimo exigible, del ocho por ciento, es cubierto por recursos propios de primera categoría, esto es, por reservas de la entidad.

Caja Extremadura observa que el "mantenimiento de unos elevados niveles de liquidez ha sido otro de los principales objetivos de la entidad durante el ejercicio", de forma que el volumen de activos líquidos se situó en niveles próximos a los 800 millones de euros, superior en un 30% a los de cierre del ejercicio precedente, "sin que la caja tenga que hacer frente a vencimientos de emisiones mayoristas hasta el año 2013".