Caja de Extremadura entregó ayer sus ayudas a programas culturales y trabajos de investigación en centros de enseñanzas medias y de segundo ciclo de Secundaria de la región por un importe total de 25.740 euros repartidos entre los 28 trabajos seleccionados.

El patrimonio histórico de la Siberia extremeña, la aceituna en Tierra de Barros, la medicina popular, la judería cacereña, los oficios de la antigüedad, los juegos autóctonos o la literatura tradicional oral son algunos temas investigados, en los que se ha prestado especial atención al patrimonio histórico, cultural y natural, según Santiago Antón, responsable del programa.

En total se han presentado a la convocatoria de este año 49 trabajos de los que se han seleccionado 28, 12 de la provincia de Badajoz y 16 de la de Cáceres, entre las que se encuentran centros educativos de Zafra, Caminomorisco, Azuaga, Cáceres, Jarandilla de la Vera, Herrera del Duque, Badajoz, Fregenal de la Sierra, Plasencia, Trujillo, Moraleja y Villafranca de los Barros.

El responsable de la Obra Social y Cultural de Caja de Extremadura, José Miguel Martín Daza, explicó que estas ayudas se crearon en el curso académico 93/94 con el fin de apoyar la realización de actividades extraescolares que fomenten en los alumnos los métodos de estudio e investigación que tendrán que desarrollar en estudios superiores.

Los trabajos premiados se han desarrollado a lo largo del presente curso académico y todos ellos pasarán a formar parte del fondo bibliográfico que la Obra Social de la caja.

Aunque este año se convocaron 25 ayudas, la alta calidad de los trabajos presentados elevó a 28 los premios concedidos, que debían versar sobre medio ambiente y patrimonio, ciencias sociales, ciencias puras y naturales, ciencias aplicadas, literatura y lingüística, historia, geografía, arqueología o biografía. Martín Daza recordó que en la última década se han premiado más de 350 trabajos, con una aportación de 405.218 euros, de los cuales, dijo, "unos tuvieron la vida fugaz de una representación de teatro, otros guardan interesantes aportaciones al conocimiento de nuestro entorno más próximo y muchos son el primer paso de un espíritu investigador", indicó.