Cajamurcia, una de las entidades que comenzó a negociar con Caja Extremadura la constitución de un Sistema Institucional de Protección (SIP), podría desvincularse de esta unión. "Cajamurcia se ha descolgado, al menos temporalmente, del SIP", afirmaban ayer fuentes cercanas a este proceso que dejaban claro que, "en ningún caso" tendría por qué peligrar la unión entre el resto de las instituciones. La razón de este posible abandono es que la caja murciana estaría negociando su fusión con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

"La CAM y Cajamurcia han estado negociando intensamente este pasado fin de semana", añadían estas mismas fuentes que, sin embargo, precisaban que había dos versiones de cómo habían concluido los contactos: "Según una, han roto las negociaciones y, según la otra, siguen adelante". De hecho, durante el día de ayer diversos medios publicaron informaciones contradictorias, en unos casos dando por segura ya la propuesta de fusión y en otros la ruptura de las negociaciones. A favor de esta unión, que sería la primera interregional en llevarse a cabo y de la que saldría la cuarta caja de España por volumen de activos (97.672 millones de euros), estaría la buena sintonía existente entre los respectivos presidentes autonómicos, Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel. En contra, el importante solapamiento geográfico entre ambas (se ha llegado a situar el coste social de esta fusión en setecientos empleos y en 125 oficinas).

Fuentes de Cajamurcia insistían ayer sin embargo en que no había que descartar el SIP con Caja Extremadura --junto a CajAstur, Sa Nostra, Caja Cantabria, Caixa Penedès y Caja Granada--. "Es la posibilidad que está mejor vista porque permitiría mantener la identidad de la caja", apuntaban.