Aunque hay múltiples teorías sobre el origen del vino, lo cierto es que la primera referencia histórica que hay en la región se encuentra en un mosaico del siglo III hallado en la Casa del Anfiteatro de Mérida, en el que se ve a tres personas pisando uva.

Durante el Imperio Romano el cultivo de la vid alcanzó un gran nivel y fue en Roma donde se formaron los primeros enólogos y catadores, según detalla la Guía del vino de Extremadura . Eso explica el desarrollo del cultivo alrededor de Augusta Emerita.

Algunos de los caldos más famosos en la Edad Media eran extremeños, como el del Guadalcanal o el cacereño de Descargamaría, en plena Sierra de Gata. En los años 70 nació la fallida D. O. Tierra de Barros, que nunca llegó a fructificar, y por fin a finales de los 90 llegó la reconocida D. O. Ribera del Guadiana.