El cantaor andaluz es el invitado especial del Festival Flamenco Porrina de Badajoz, que se celebra hoy. Le acompaña el guitarrista Manolo Franco
Calixto Sánchez (Mairena del Alcor, 1947) es una de las voces destacadas del flamenco español. Lo ha cantado casi todo y lo conoce casi todo de esta música. Por ello participa en el festival de Badajoz que lleva el nombre del principal artista flamenco extremeño (Porrina). En el escenario también cantará Pedro Cintas y bailará el grupo de Jesús Ortega.
--¿Qué puede decir de Porrina?
--Yo lo conocí; pero no canté con él. Venía poco por Andalucía. Era una bellísima persona, un buen cantaor, con una voz extraordinaria. Siempre estuvo bien, aunque a muchos cantaores no les gustaba.
--¿Por qué?
--Porque no les gustaba su voz. El tenía una voz natural, algo impostada, pero suya. Y hay gente a la que le gustan las voces más salvajes. Pero al morir Porrina, su cante adquirió una categoría extraordinaria y se convirtió en el buque insignia del flamenco en Extremadura.
--¿Y en su actuación en Badajoz qué cantará?
--Bueno, pues malagueñas, seguiriyas, cantes de Levante...
-- Andando el camino fue su último disco el pasado año. ¿Qué quiso ofrecer en él?
--Con él terminé una etapa que había dedicado a discos sobre poetas, uno sobre Antonio Machado y otro a autores como Alberti, Bécquer, Villalón o Manuel Machado.
--Una parte del flamenco ya no se aprende de la tradición oral.
--Pues no. Yo conocí a gente como Antonio Mairena o Juan Talega, entre muchos. Dominaban varios cantes; pero sobre todo eran importantes las conversaciones, aunque te decían muchas mentiras, pero había en ellas un trasfondo de aquella España profunda, de los años 30 y 40, cuando pasaban hambre y no cobraban o tenían que aguantar al señorito . Muchos eran gentes del campo. Todo esto te da una visión de Andalucía. Y si no los has conocido no sabe uno de donde viene. No tiene cultura flamenca. Y si falla la base... bueno, hay gente que canta muy bien, pero no han conocido el dolor de la seguiriya, la chufla de la bulería... Hoy la sociedad se fija más en la televisión, en el éxito rápido, en ser primero.
--¿Dónde encuentra lo nuevo del flamenco?
--Lo nuevo lo veo muy poco. Esto de las fusiones, del maremagnum... Si no hay base flamenca no sirve. Meter otros ritmos, otras músicas no es flamenco.
--¿Ensaya a diario?
---Casi todos los días.
--¿A qué hora?
--Por la tarde.
--¿Siempre por la tarde?
--Por la mañana no se debe, que hay gente durmiendo (sonríe). No, es que tu voz se levanta tres o cuatro horas después de que tú te hayas levantado. Así que a las cinco de la tarde me pongo a cantar. Tengo que estar bien para Badajoz. Allí hay una afición extraordinaria, a la que quiero muchísimo, de verdad. Creo que desde 1974 soy socio de honor de la asociación flamenca de Badajoz. Me he recorrido todos los pueblos de Extremadura. Tengo buenos amigos y he pasado buenos ratos, sobre todo comiendo el queso de la Serena y el del Casar, que es lo mejor del mundo.
