La autovía de Extremadura, a su paso por Mérida, estuvo cortada ayer durante siete horas debido al vuelco de un camión de gran tonelaje cargado con mercancias peligrosas: 270 botellas de oxígeno líquido vacías, aunque había unas 40 llenas con protóxido de nitrógeno, un gas comburente en el cual el oxígeno está en proporción suficiente para que se produzca la combustión. Ambos productos se utilizan en medicina.

El accidente se produjo sobre las 11.30 horas en el kilómetros 336 de la A-5 en dirección Badajoz, entre Trujillanos y Mérida. El conductor del camión intentó evitar el atropello de un perro y perdió el control del trailer. Tras circular durante unos 50 metros casi por fuera del arcén el remolque hizo la tijera y volcó, cruzándose a lo ancho de la carretera ocupando las dos vías. La cabina del conductor quedó boca abajo y asomada al carril contrario. El conductor resultó ileso y salió por su propio pie del camión, aunque con algunos rasguños que no necesitaron atención médica.

Por suerte, en el momento del siniestro no circulaba ningún automóvil junto al camión ni se produjo ningún incendio, ya que decenas de botellas, de unos 30 kilos de peso cada una y más de un metro de alto, salieron despedidas a lo largo de toda la calzada. Los bomberos llegaron a encontrar algunas a 300 metros del accidente y otras abiertas y soltando gas a presión. Como no sabían lo que era, se activaron los protocolos de emergencia y se cortó la autovía en ambas direcciones. Una mediana se abrió y se evacuó a todos los coches parados detrás del camión. En Trujillanos se desvió el tráfico hacía Mérida de todos los vehículos que iban en dirección Badajoz. Los que iban de Badajoz a Madrid salían de la autovía por Puebla de la Calzada.

Una vez que los bomberos recogieron y localizaron las bombonas y se cerraron las que estaban abiertas, se decidió abrir el carril en dirección a Madrid, sobre las 13.00 horas.

Posteriormente, trabajadores de la empresa Air Liquide, con sede en el polígono industrial El Prado de Mérida, a donde se dirigía el camión desde Madrid, procedieron a cargar las 270 botellas en camiones más pequeños para trasladarlas a esta empresa, situada a unos ocho kilómetros del lugar del siniestro.

Al lado había dos grúas esperando que terminase esta operación para dar la vuelta al camión y llevárselo.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron una dotación de bomberos de Mérida, un equipo de atestados de la Guardia Civil, una unidad medicalizada del SES y un equipo de mantenimiento de carretera.