Lo que antes era un inconveniente ahora se convierte en una fortaleza. Las pantallas, una herramienta hace años ajena a la naturaleza de los campamentos tradicionales, se introducen en los resquicios impensables. La nueva generación de nativos digitales, el futuro, asiste a los campamentos del ‘futuro’. La revolución 4.0 también alcanza a las colonias de verano y diseña actividades dedicadas exclusivamente a la robótica. Es el caso de Robocamp, un campamento que organiza Educarobot desde hace cuatro años junto con la empresa de entretenimiento Légola. Está previsto que se celebre en julio en el albergue Juvenil Villuercas en Cañamero y aún quedan plazas libres -los precios oscilan de 399 euros del 1 al 7 de julio a 299 euros del 10 al 14 de julio-. Está destinado a niños de 6 a 16 años.

El objetivo de las actividades, según detalla Jesús Rodríguez, responsable de Educarobot, es «mezclar las posibilidades de un campamento convencional en términos de independencia y autonomía y enseñar la parte de robótica de una manera amena, más divertida». El responsable detalla que la estancia prevé excursiones, actividades como tiro con arco y «cinco horas de robótica» con conceptos de ingeniería, programación con un software esarrollado por un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y lenguaje robótico. De manera paralela, organizan un campamento urbano en Cáceres durante el mes de julio y por primera vez una actividad para el verano que mezcla robótica con música.