Qué tranquilidad debió invadir a los organizadores del concurso de ganado de Jerez de los Caballeros cuando el gobernador, en una visita calificada como "brillante", mostró "su complacencia por todo lo expuesto". Ocurría en 1924, según uno de los documentos expuestos en la muestra permanente del patrimonio de las cámaras agrarias que se abrió ayer en Mérida, y que también refleja que la diputación provincial fue premiada con 250 pesetas por su ganado destinado "a establecimientos benéficos".

La exposición, que ocupa una amplia sala del polígono Cepansa, fue inaugurada por el consejero de Agricultura, Eugenio Alvarez, y constituye un recorrido ilustrativo por el pasado y presente del campo extremeño.

Así, junto a paneles interactivos dedicados a los regadíos, el cooperativismo, la sanidad animal, el agua o los distintos tipos de terreno, se muestran documentos y enseres, cuya antiguedad roza en algunos casos el siglo y medio.

Ese es el caso del tratado de 1877 para que las industrias agrícolas "puedan ser ventajosamente explotadas", o el catálogo de montes públicos de 1864.

Nada más acceder a la muestra, el visitante se encuentra con la familiar figura del guardacampos , vestido de pana marrón, con sable al cinto y portando una carabina. Muy cerca, un alcoholímetro y un colorímetro para medir la calidad del vino, y una vetusta aventadora de grano.

Después, instrumentos para medir distancias en el campo o marcar la situación de los incendios, fabricados en Zaragoza, lo que demuestra la existencia en los años 20 del siglo pasado de una tecnología española en ingeniería forestal que luego desapareció.

Junto a ellos, la forcípula, curioso artilugio compuesto por un bastón graduado y un tope, con la que se medía el diámetro de los árboles.

El viaje al pasado reciente de la organización agraria de la región continúa a través de viejos microscopios, balanzas, registros meteorológicos o medicamentos contra la peste porcina, como el Neo-Pestifuk. Una multicopista, cuya asistencia técnica se presta en Barcelona llamando al 70385, recuerda el carácter eminentemente administrativo de las ya desaparecidas cámaras. Con todo, aún queda mucho que enseñar de los almacenes de Agricultura, por lo que ya se piensa en ampliar este museo al doble del actual.