El estancamiento de la renta agraria desde hace más de 10 años, los precios "irrisorios" que los productores reciben por las cosechas y el encarecimiento de los costes de producción han hecho que el 2010 sea un año malo para la agricultura y pésimo para la ganadería en la región, sectores en crisis dentro de la crisis. Así lo manifestaron ayer el secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, y el secretario de la agrupación a nivel nacional, Lorenzo Ramos, que ayer hicieron balance de la situación en la que se encuentran los sectores agrícola y ganadero en la región.

Huertas ha indicado que el pasado año ha sido "un poco mejor" que el 2009 para algunas producciones agrícolas, como la fruta, y que ha seguido siendo "muy malo para las ganaderas", en las que han bajado los precios a pesar del aumento de los costes de producción del pienso. Así, es cierto que el precio del cereal y el maíz se ha incrementado ligeramente en el último semestre del año a consecuencia de los movimientos especulativos, pero no ha beneficiado a los agricultores "sino a otros", porque estos ya habían vendido sus cosechas.

El precio de la fruta también ha subido, debido a la menor producción por los problemas de cuaje a causa de las lluvias. No obstante, la subida apenas da para cubrir costes, puesto que se toma como referencia el año 2009, que fue "muy malo" para estas producciones. Mientras, el tabaco se ha enfrentado a su primera campaña sin ayudas acopladas a la producción, que ha sido "normal a la baja", por lo que Huertas ha apuntado que se podrían tener problemas para cubrir las 35.000 toneladas contratadas. A pesar de experimentar un ligero aumento, los precios siguen siendo "muy ajustados", a lo que hay que añadir que los agricultores han tenido que hacer frente a gastos extra en secaderos y maquinaria.

Con respecto al viñedo, al olivar y al arroz, los precios han sido "muy bajos a pesar de la gran calidad de la producción y el aumento de las exportaciones", por lo que no se cubren los costes de producción a pesar de que el consumo no ha disminuido.

RETOS PARA EL 2011 Ante esta situación, Ramos ha señalado que el principal problema del sector "es que no tiene precios" y por ello, ha hecho un llamamiento a la clase política para que esta problemática sea abordada en la futura Ley de Calidad Agroalimentaria. De ella espera "que regule unas condiciones mínimas a la hora de establecer los precios y la calidad de los productos", pero también que fortalezca a las organizaciones interprofesionales agrarias, integradas por productores, cooperativas, industrias agroalimentarias y el comercio.

Huertas y Ramos también han hecho referencia a la renta de los agricultores, "congelada desde hace una década". Ramos dudó de los datos utilizados por el Gobierno nacional para decir que entre el 2009 y el 2010 la renta agraria subió un 5%, puesto que para la agrupación, "agricultores y ganaderos pierden poder adquisitivo año tras año porque el campo soporta crisis tras crisis".

Por otra parte, Ramos manifestó la necesidad de contar con una nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) "con más valentía, con fondos solo para las personas que de verdad produzcan y con un techo máximo de ayudas por explotación". Todo ello necesario, según UPA, "si Europa quiere seguir contando con agricultores y ganaderos".