El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aseguró que la reforma de la Política Agraria Común (PAC) provocará la desaparición del 58% de las explotaciones ovinas y del 64% del censo. Además, Cañete señaló que Extremadura, junto con Castilla-La Mancha, Andalucía y Castilla y León serán las comunidades más afectadas, según informó Efe.

Sólo en la región extremeña, las pretensiones de Franz Fischler supondrían la pérdida de alrededor de 7.200 explotaciones y la desaparición de 2,3 millones de cabezas de ganado, debido al descenso de las actuales ayudas que perjudican, sobre todo, a los sistemas de manejo en régimen extensivo característicos de la región, una de las primeras de España en este tipo de ganado.

Arias resaltó, en el seno de la convención del Partido Popular sobre los siete años de gestión del Gobierno celebrada en Madrid, que en estos momentos el Ejecutivo ha puesto en marcha todos los elementos de negociación internacional para "modificar sustancialmente" la reforma de la PAC propuesta por el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler.

Calificó esta reforma como "muy negativa para España" y explicó que los estudios de impacto elaborados por el Ministerio de Agricultura (MAPA), en colaboración con las comunidades autónomas, determinan que, de no modificarse la propuesta, se ocasionaría, entre otras consecuencias, el abandono de 1,7 millones de hectáreas de cultivos de secano.

Los perjuicios de la reforma anunciada, y que todavía tiene que pasar por un largo proceso negociador, que el comisario quiere finalizar antes de septiembre, vienen derivados, por un lado, de la desvinculación de las ayudas de la producción, con el cobro por derechos históricos , lo que ocasionaría el abandono de las explotaciones y cultivos menos rentables, y, por otro, de la intención de modular progresivamente las ayudas, que iría mermando año tras año las cantidades que se perciben.

El excedente, en teoría, se aplicaría a desarrollo rural, lo que favorece a las zonas más ricas.