El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, prefirió no pronunciarse ayer en torno a las reclamaciones que sobre Guadalupe tienen tanto la diócesis de Toledo como la de Mérida-Badajoz a fin, aseguró, de "no interferir" en el trabajo que tiene encomendado la comisión encargada por la Santa Sede sobre este asunto.

"La Santa Sede ha creado una comisión y, por tanto, dejemos trabajar a esta comisión y tengamos todos el respeto que se merece para no interferir en modo alguno en su trabajo", señaló.

Esta fue la respuesta del arzobispo de Toledo al ser preguntado por los argumentos que ha dado la Diócesis de Toledo ante la Santa Sede para mantener que Guadalupe debe seguir estando bajo mandato de la iglesia toledana y no de la de Mérida.

Ambas diócesis han enviado documentación a la Santa Sede argumentando los motivos de sus peticiones, y una vez que la comisión los analice, entablará contacto con los obispos de ambas diócesis para tomar una decisión, informa Europa Press.

En sus reivindicaciones, la Diócesis de Mérida-Badajoz hace una reseña histórica, y también aporta razones de tipo pastoral, que a juicio del arzobispo, Santiago García Aracil, "son las más importantes", y razones de tipo popular, "porque no todos los que defienden que Guadalupe pertenezca a Extremadura son cristianos convencidos, por lo tanto hay que ser sinceros y ver que hay otros intereses de tipo popular en el sentido de identidad regional", dijo.