El Centro Penitenciario de Badajoz se prepara para recibir a un centenar de reclusos procedentes de otras cárceles del país, después de que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias trasladara fuera del centro pacense a los 7 internos en situación de primer grado que ocupaban el módulo de tratamiento especial, de forma que este, ya vacío, se pueda abrir y disponer de las 52 celdas con que cuenta, lo que permitirá albergar a los nuevos internos. Estos detalles fueron confirmados ayer a este diario el director del centro, Carmelo Charfolé.

Los 7 presos que ocupaban el módulo de máxima seguridad ya han salido y, según Charfolé, "en una semana comenzarán a llegar, paulatinamente, grupos de 10 o 15 reclusos desde otros centros", hasta completar el centenar. CCOO elevó ayer la cifra a 150. El director de la cárcel dijo que no sabe "cuántos vendrán con exactitud, pero serán unos cien a medio plazo"; si bien, "la llegada no será masiva".

También añadió que en esta nueva situación no se requieren más medios humanos ni materiales, pues "la plantilla que figura en la relación de puestos de trabajo está completa, menos dos plazas, y los 9 trabajadores que estaban en prácticas se marcharon ya a los centros que eligieron, pero no formaban parte de la plantilla".

Charfolé explicó que esta medida ha sido adoptada "por la dirección general para aprovechar el módulo que estaba prácticamente vacío y poder ocupar todas las celdas". En su opinión, esta medida "no supone un aumento de la peligrosidad ni la conflictividad, porque son internos de segundo grado".

HACINAMIENTO Para la Federación de Servicios y Administración Pública de CCOO, en cambio, la prisión pacense es hoy "un almacén de personas hacinadas", pues su población llegará "a los 1.100 presos y el centro no está preparado, ni por comedores, patios, celdas o escuelas". A ello añadió "la escasez de personal, pues la relación de puestos de trabajo no está actualizada y es totalmente insuficiente". Además, consideró este sindicato que es "imposible controlar un módulo de casi 200 internos con dos funcionarios, máxime cuando uno tiene que estar pendiente de la oficina y otro, acompañarles a las distintas actividades".

La central sindical concluyó que "no se puede garantizar las prestaciones y derechos que la ley prevé, ni las condiciones laborales, ni de seguridad", tanto para los internos como para los funcionarios. CCOO pide a la dirección del centro que asuma la responsabilidad y tome medidas de seguridad, así como a la dirección general que cambie la relación de puestos de trabajo del centro para ajustarla a las necesidades reales.