NACIO EN MADRID

FORMACION LICENCIADO EN GEOGRAFIA E HISTORIA Y DERECHO

TRAYECTORIA TRABAJADOR DE CAJA MADRID Y PROFESOR ASOCIADO DE LA UNIVERSIDAD CARLOS III

En torno a 206.000 personas cobran una pensión en Extremadura. De media, perciben 663 euros, 13 menos que el promedio de España, donde hay más de 8,6 millones de pensionistas. Detrás de esa menor cobertura en la región, está la importancia del sector agrario (a nivel nacional, apenas el 7% de los trabajadores cotizan en el régimen especial, mientras que en la comunidad son el 21%) y el menor nivel de renta (las pensiones mínimas de los extremeños suponen la mitad del total, frente al 21% del conjunto estatal). ¿Cuántos serán en el futuro? ¿Habrá dinero para pagarles? A estas y otras preguntas se buscó respuesta ayer en las jornadas Presente y futuro de las pensiones , organizadas por CCOO en Mérida. Uno de sus ponentes, Carlos Bravo, secretario de Seguridad Social y Previsión Social Complementaria, las contestó para EL PERIODICO.

--¿Es sostenible el sistema de pensiones español?

--Eso es algo que permanentemente se plantea. Tenemos un sistema que se financia con cotizaciones sociales y que hoy son suficientes hasta el punto de que tenemos superávit. Pero cuando se habla de pensiones, siempre hay que pensar en los próximos 20 o 30 años y saber qué te espera. Sabemos que tendremos que pagar más pensiones --en los últimos 30 años se han duplicado y probablemente vuelvan a hacerlo en los próximos 30--, que es la única hipótesis comprobada, pero cuando se dice que el sistema no es sostenible se dan por hechas teorías no comprobadas. ¿Cuál va a ser la tasa de actividad femenina --hoy 17 puntos por debajo de la masculina--? ¿A cuánto ascenderá el salario medio? ¿Cuál va a ser el índice de desempleo juvenil (ahora un 44%)? Eso no lo saben quienes hacen pronósticos y predicen un colapso del sistema que ya han anticipado otras veces y que no solo no se ha producido, sino que este goza de buena salud.

--Pero hay retos para el futuro.

--Sí y harán falta recursos adicionales, que deben salir del mercado de trabajo. Cuánta gente esté trabajando y con qué calidad de empleo (con qué salarios, con qué formación...) son las claves del sistema de pensiones en los próximos 20 años. ¿Cómo actuamos sobre eso? Recortando el gasto --lo que proponen continuamente-- o mejorando los ingresos actuando sobre el mercado de trabajo --por lo que apostamos nosotros claramente y que ya hemos hecho--. El Pacto de Toledo ha dado magníficos resultados en los últimos 15 años y debería seguir dándolos en los próximos 20 o 30.

--No es partidario entonces de retrasar la edad de jubilación.

--No, porque es una medida de disminución de gasto indiscriminada que no es necesaria, porque la edad de jubilación (65) no es a la que se marcha la gente, sino a los 63 años largos. Somos uno de los países europeos con la media más alta y la hemos retrasado en seis meses en los últimos cinco años, con un sistema que penaliza anticipar la jubilación y bonifica retrasarla. Eso es lo que defendemos, algo voluntario, ya que no todas las profesiones son iguales.