"Comienza una vida más tranquila". Así celebra la pareja del nigeriano afincado en la localidad de Alcántara Henry O., Carlos Mateo, la concesión de la residencia española para él. Esto llega tras "semanas de mucho trabajo", como señaló José María Núñez, presidente de la Fundación Triángulo, para evitar la deportación de Henry que pondría en riesgo su vida allí por ser homosexual.

El pasado 16 de julio se logró paralizar la deportación de Henry O. "gracias al trabajo de él y su pareja, al de la Fundación Triángulo, es especial el de Silvia Tostado, y al de todas las personas, políticos e instituciones que se han mostrado cómplices con este caso". Se consiguieron los papeles necesarios para que se registraran como pareja de hecho y a partir de ahí se tramitó la concesión de permiso de residencia por un periodo de 5 años. "Estamos muy contentos por lo que hemos logrado conseguir, por ellos, porque han logrado lo que querían y ahora se trabajará el tema de la nacionalidad", explicó Núñez.

"MUY CONTENTOS" La pareja ha recibido la noticia de la mejor manera posible. "Estamos muy contentos por ello, después de tanta lucha. Henry está que da saltos de alegría", aseveró Mateo. Para ellos dos comienza ahora "una vida más tranquila" en la que Henry "podrá trabajar sin problemas y lo hará en el ayuntamiento de Alcántara". Nada más tienen palabras "de agradecimiento" para todos aquellos que les han apoyado este tiempo "desde el alcalde de Alcántara hasta la persona con mayor responsabilidad que haya tenido en este asunto", sentenció Mateo.

Para el presidente de la Fundación Triángulo lo más complicado del caso fue la orden de expulsión inmediata "pues fueron unas diez u once horas de trabajo intensivo para finalmente conseguir paralizar la deportación", afirmó. También recordó que en el mundo hay 7 países donde a las personas homosexuales se les condena a muerte y en más de 80 existen penas desde cárcel a cadena perpetua.

De igual manera, piensa que para evitar estas situaciones "se debería modificar las normativas, pues no es razonable que se esté abrazando a Henry y a la vez se estén apoyando leyes de extranjería que permiten estas deportaciones". Así mismo, considera que esas leyes "se han ido endureciendo cada vez más" y que no se debería permitir "que lo económico esté por encima de los derechos humanos, porque todos los días hay muchos casos como el de Henry", señaló José María Núñez.

El próximo lunes darán una rueda de prensa "para agradecer a todos el apoyo que hemos tenido y que han sido cómplices para que Henry tenga la residencia española", sentenció el presidente de Fundación Triángulo. En las próximas semanas se reunirán con la Agencia de Cooperación al Desarrollo.

PROCESO Henry O. estuvo recluido en un calabozo durante unas horas antes de que se produjera su deportación, que felizmente no se realizó. Este nigeriano encabeza ahora la lucha de todos aquellos a los que ha dejado por el camino. Como ya contó a este periódico hace unas semanas el nigeriano había vivido "con miedo" y tan solo deseaba "ser feliz" con su pareja, sentenció.

El sabe que su familia y su sangre está en el país africano pero también se siente orgulloso de que en Alcántara se encuentra "mi segunda familia". Henry O. ya tenía bien claro que solo tiene que rendir cuentas a Dios porque "ser negro o ser blanco, ser heterosexual o ser homosexual, ante él todos somos iguales". Y es que la única solución para quedarse en España pasaba por casarse o bien acreditando el arraigo, que al final ha sido la opción elegida y acreditada.