La red de carreteras nacionales de Extremadura está entre las más inseguras de España, según los datos de un informe elaborado por el Instituto Mapfre de Seguridad Vial y la Asociación Española de la Carretera (AEC). Así, en la región sólo cumple el nivel óptimo para la conducción el 7,75% del trazado, lo que supone que hay 84,35 kilómetros de vía en buenas condiciones, sobre un total de 1.089 kilómetros.

Estos tramos blancos se sitúan en cinco zonas extremeñas. Así, de todo el trazado de la N-432, que une Badajoz con Granada, sólo se califican como idóneos unos pocos kilómetros entre la localidad de Granja de Torrehermosa y el límite provincial con Córdoba.

En cuanto a la N-430, que parte desde Mérida hacia Ciudad Real, apenas se salva la parte que discurre entre el Puerto de los Carneros y el límite provincial. Muy cerca de este tramo, el estudio da la nota más alta al trazado desde Herrera del Duque hasta el enlace de la N-502 con la N-430. Más al norte, pero también en la N-502, se considera muy seguro el tramo que va desde la línea divisoria entre Cáceres y Badajoz y el límite provincial con Ciudad Real.

A PEOR Finalmente, Mapfre y la AEC califican como recorrido seguro el de la N-521 en un trazado de 27 kilómetros en la zona de Valencia de Alcántara. Esto supone que la provincia cacereña cuenta con casi 46 kilómetros blancos , lo que supone el 7,8% de la red, y la pacense con 35,6 kilómetros (7,67%), muy lejos que la media española que está en el 11,42% (1.867 kilómetros sobre un total de 16.348).

Como regiones más seguras para circular por su red nacional figuran en el informe Aragón (23,7% de tramos blancos ), Asturias (16,7%), Castilla-La Mancha (16,64%) y La Rioja (15,45%).

Además, y al margen de los datos numéricos, otra consecuencia del informe es que la situación ha empeorado sensiblemente en los dos últimos años, ya que el anterior estudio marcaba como trazados seguros amplias zonas de la N-110 (de Plasencia al límite con Avila), N-521 (entre Valencia de Alcántara y Trujillo), N-435 (de La Albuera al límite con Huelva) y N-430 (de Badajoz al límite con Córdoba).

PUNTOS EN COMUN Pero el análisis no se ha limitado a acotar los tramos seguros, sino que ha profundizado en las causas que originan que en estos trazados no se produzcan accidentes, con vistas a la aplicación de los mismos criterios en otras vías.

De este modo, se ha determinado que los puntos blancos tienen en común cuestiones como que cuentan con gran visibilidad, no hay cambios de rasante o curvas cerradas ocultas y el firme está en buenas condiciones y no transmite falsa seguridad, ya que, por ejemplo, se ha constatado que cuando el asfalto es más oscuro los conductores tienden a confiarse más y asumen más riesgos.

Asimismo, se demuestra que la señalización vertical es adecuada y está bien conservada, y su número es el idóneo, sin eludir informar sobre puntos donde hay que observar mayor precaución, pero evitando que el exceso de información obligue a hacer un esfuerzo extra para interpretar todo lo que se le indica. En este punto, el estudio añade que se ha demostrado que las señales de recomendación son más creíbles para el usuario que las de prohibición.

Por último, Mapfre y la AEC apuntan que en los tramos seguros hay un equilibrio entre tráfico ligero y pesado, con lo que ni uno ni otro saturan la vía y permiten adelantar con menor riesgo. Esta condición no se da, por ejemplo, en la N-630 o N-V, las dos vías principales que cruzan la región, motivo por el que no aparecen destacadas en ningún estudio de seguridad.