Pasan de ser parados pobres a pensionistas pobres», así lo resume Teodoro Casares, secretario de Formación y Empleo de UGT Extremadura. Hace esta reflexión tras los datos que ha dado a conocer esta semana la Fundación Adecco: el 57% de los desempleados de la comunidad son descartados automáticamente en los procesos de selección por «prejuicios» relacionados con su edad.

Los reclutadores del departamento de recursos humanos alegan tres razones principalmente: consideran que no encajarían en la plantilla de la empresa porque la mayoría de los trabajadores son jóvenes, creen que pedirían un salario más elevado y estiman que sus competencias o aptitudes están desfasadas. Así se recoge en la décima edición del informe Tu edad es un tesoro de Adecco.

EN UNA SITUACIÓN DIFERENTE / «Cuando se tienen más de 55 años el contexto y las necesidades no son para nada las mismas; no se pueden aceptar las condiciones de sueldo, horario, turnos... que sí admitiría un joven de 20 o de 30 años. Aunque bueno, muchos también lo harían si tuvieran la oportunidad, pero es que la realidad es que las empresas ya no los quieren», continúa Casares.

«La mayoría de estos parados -prosigue- viene de la construcción y del empleo indirecto que esta generaba, que era bastante en Extremadura (en obras que se realizaban en la propia región y en las que se hacían en Madrid con subcontratas extremeñas). Pero todo eso desapareció, aunque ahora haya repuntes. De manera que la capacidad que tienen esos mayores para reciclarse es más limitada, pero nuestra queja es que todo no puede centrarse en el reciclaje», se lamenta el secretario de Formación y Empleo de UGT.

UN 52% EN EL ÁMBITO NACIONAL / Ese porcentaje de excluidos de las ofertas es aún más llamativo si se contextualiza en el ámbito nacional, donde solo se llega al 52% (cinco puntos menos que en Extremadura).

Más preocupante aún si se analiza la evolución regional: los desempleados de más de 55 años ha sido el sector donde más se ha incrementado el paro a lo largo del último año. Si a principios de 2017 eran 18.600 personas, ahora han subido a 19.700 (casi un 6% más).

Esto significa que actualmente representan ya al 15,3% de los extremeños que no trabajan; un porcentaje que casi se ha duplicado desde el año 2011. Por comparar, los jóvenes de entre 20 y 24 años, por ejemplo, suponen ahora un 11,5% del total de parados de la región.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) también reflejan otra realidad que aporta claves: el 36,6% de los desempleados extremeños (46.700 de los 128.400 que hay actualmente) llevan dos años o más en búsqueda de un puesto. Muchos de ellos ya han cumplido los 55 años, tal y como aseguran los sindicatos.

«CONDENADOS» / Casares considera que, debido a esta coyuntura, se debe poner el foco en este sector de la población con larga trayectoria profesional y que siempre queda al margen del mercado laboral y sin apenas opciones.

«Porque la realidad es que, tal y como están las cosas, los mayores de 55 años, sobre todo en Extremadura, están condenados a ser parados de muy larga duración, parados eternos, sin posibilidad de reengancharse en ningún momento, de volver a ser cotizantes en la Seguridad Social. Y con esa situación, con esas condiciones, llegan a la edad de jubilación», reitera.