Es una evidencia que el gran matadero del porcino ibérico que se plantea cuenta con muchas novias para su instalación. Municipios como Jerez de los Caballeros, Burguillos del Cerro, Zahínos, Bienvenida, Llerena, Zafra, Monesterio o Salvaleón se han interesado por ello. Los promotores del proyecto lo tienen claro: «sabemos que todos quieren tener opciones, pero la decisión es nuestra y está sujeta a los condicionantes técnicos que nos requiere el plan. Decidiremos el lugar nosotros y no queremos que esto se convierta en una subasta», advierte el presidente del complejo.

Y es que hay municipios que están celebrando hasta plenos extraordinarios para preparar las mejores condiciones o unas suculentas bonificaciones y exención de impuestos para traer el matadero hasta sus localidades. Los impulsores no sueltan prenda, aunque Zafra es la mejor colocada: «está bien situada, pero hay también otros lugares que cumplen expectativas y hemos hablado con representantes de otras zonas», indican. Nadie lo confirma, pero todo apunta a que Zafra será el lugar.

Este gran matadero requiere una parcela de unos 150.000 metros cuadrados y su ubicación debe estar sujeta a una serie de requisitos. No puede estar cercana al municipio en cuestión (al menos dos kilómetros de distancia) ni tampoco a explotaciones agrarias (a más de un kilómetro). Luego hay otros factores como las características de un suelo constructivo y urbanizable, la potencia de electricidad que llegue, la necesidad de contar con recursos hidráulicos o el acceso a buenas y rápidas vías de comunicaciones. Todo influye para la rentabilidad del plan.

Desde luego, para el Complejo Ibérico de Extremadura, ésta es la primera de las grandes decisiones a tomar antes de desombolsar los 18 millones de euros de inversión que tiene programada la primera fase. No caben equivocaciones y tampoco las deja al azar el proyecto. Será una cuestión de ver qué termino municipal se adapta, realmente, a las condiciones de un matadero así.