Un solo municipio, cuatro empresas y más de 3,5 millones de botellas definen al cava extremeño con denominación de origen, un espumoso que tras quitarse hace años la etiqueta de "desconocido", llegará estos días a mercados tan lejanos como Japón y Estados Unidos. La localidad pacense de Almendralejo, la única de Extremadura donde se elabora cava con denominación de origen, es uno de los 159 municipios españoles (132 en Cataluña) que conforman la zona de producción delimitada del cava con apellido del Consejo Regulador.

El cava extremeño espera superar los 3,5 millones de botellas en esta campaña, una cifra que multiplica por seis las ventas que se venían registrando hace solo cinco años. Uno de los padres del producto es Marcelino Díaz, gerente de las bodegas que llevan su nombre y de las que sale el cava 'Puerta Palma'. Díaz afirma que "hay mucho interés por el cava de Almendralejo", un interés que ha ido creciendo a medida que los consumidores lo han ido conociendo y que se confirma con la llegada de este espumoso a "mercados que antes nos estaban cerrados".

De hecho, los distribuidores han aumentado progresivamente su interés por adquirir cava extremeño y ponerlo a la venta en otras comunidades como Asturias, Valencia y Galicia. De las bodegas de Marcelino Díaz saldrán en estas fechas más de 150.000 botellas, la mayoría con destino al mercado nacional, "que cada día consume más a pesar de que el cava sigue siendo un producto estacional relacionado con celebraciones", según apunta su gerente.

MERCADO INTERNACIONAL Ello contrasta con el mercado internacional, una auténtica válvula de escape para las cuatro empresas de cava extremeño, pues fuera de España "no se distingue tanto entre las zonas de procedencia del cava español". De forma similar opina otro empresario extremeño, Diego Romale, de 'Cava Romale', que este año pone en el mercado 60.000 botellas. No obstante, su objetivo es llegar a las 200.000 gracias a la nueva línea de producción y de envasado abierta. En los últimos años, según ha reconocido, "se está vendiendo todo" y las expectativas de cara al futuro son halagüeñas.

"Boicot existe (en alusión a quienes prefieren no comprar cava catalán) y eso se nota", ha aseverado el joven enólogo de las bodegas Vía de la Plata, Luis Miguel Calleja. Aunque confiesa que "la política es un tema delicado para los curritos", Calleja cree que el cava extremeño puede aprovechar este "boicot" como una oportunidad para darse a conocer. "Hay gente que no lo había consumido antes. Al ser un cava de calidad, quien lo descubre, se queda con él y le gusta", afirma Calleja, que se ha muestra confiado en que muchos de esos consumidores mantengan su apuesta por el producto.

Este cava artesanal de Vía de la Plata ha pasado de vender 90.000 botellas en el 2000 a tener unas previsiones de puesta en venta de 430.000 botellas en la presente campaña. Aunque sus ventas en el mercado nacional se han incrementado y ya superan el 60%, "no hay mercado suficiente para mantener una empresa todo el año". Ese porcentaje es similar en las otras tres bodegas que producen cava extremeño en Almendralejo, de ahí que desde Vía de la Plata mimen el mercado exterior. Tienen a un país "tan competitivo en vino como Estados Unidos" como principal consumidor, sobre todo de cava reserva, seguido de otros países como Japón, donde consumen mucho "gran reserva", o países europeos como Bélgica, Holanda y Alemania.

Uno de los gigantes del cava extremeño es 'Cava Bonaval', de Bodegas López Morenas, que va a incrementar su producción este año un 15%. Su intención es poner en el mercado más de tres millones de botellas de cava, incremento que se debe a la exportación.