El secretario regional de CCOO, Valentín García, ha alertado de que en determinados sectores, fundamentalmente jóvenes y formados, está calando la idea de que "la temporalidad no es mala, siempre que esté bien remunerada", lo que, a su juicio, dificultará poner freno a la precariedad laboral.

García, que abandonará el cargo en mayo por imperativo estatutario, analizó en una entrevista con Efe la situación del mercado laboral extremeño en el que, según dijo, se han dado unos pasos "tímidos" en la lucha contra la precariedad laboral.

NUEVAS CLAVES Aunque reconoció que los sindicatos son responsables "en una parte pequeña" de esta situación, matizó que la culpa recae en mayor medida en los empresarios, que "vienen de la cultura de competir con bajos salarios", y en quien legisla, "que permite la contratación temporal", hasta el punto de que "en España se puede contratar a la carta".

En este sentido, advirtió de que en determinados sectores de trabajadores, fundamentalmente jóvenes y con formación, los ideólogos de la desregulación "están ganando una batalla que nosotros combatimos", que es que "la temporalidad no es mala, si está bien remunerada".

Ante esto, se mostró a favor de la "moderación salarial a cambio de mejora del volumen y calidad del empleo" ya que de lo contrario, argumentó, "cuanto más precario y más individualizada sea la relación, menos capacidad tendrán los sindicatos de organizar al conjunto de los trabajadores en una reivindicación".

García, que hizo balance de la evolución experimentada por la acción sindical en los últimos años, destacó que desde la huelga del 14-D de 1988 hasta la actualidad se ha asistido a un "cambio abismal" de modo que el número de afiliados a CCOO de Extremadura en este periodo ha pasado de 4.000 a 20.000 trabajadores, el 40% de mujeres.

BALANCE Explicó que la acción sindical, tras haber garantizado los reivindicaciones básicas de los trabajadores, se centra en la actualidad en el ámbito empresarial aunque indicó en que la región, por carecer de grandes empresas, la fuerza de los trabajadores es "más difusa".

A su juicio, el mercado laboral extremeño adolece de dos "sombras", que son la dificultad de acceso de la mujer al empleo y el escaso nivel de contratos indefinidos, aunque también, como "luces", mencionó el hecho de que en los últimos cuatro años el 60% de los nuevos contratos fueron firmados por mujeres.