Comisiones Obreras (CCOO) reclama un mayor cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y exige a la administración más vigilancia en su aplicación a raíz de la descarga eléctrica que el pasado viernes, 4 de julio, le costó la vida a José Manuel Amo Sánchez, un empleado de la empresa constructora Ortama mientras trabajaba en el Residencial Vista Hermosa de Cáceres (Charca Musia).

El trágico suceso se produjo cuando este obrero, de 38 años, manipulaba un mástil de 7,25 metros para delimitar la promoción de viviendas que su empresa va a construir. Al parecer, el mástil --que también sirve para publicitar la construcción-- no llegó a tocar el cable de alta tensión instalado en la zona, sino que provocó un arco eléctrico que terminó con la vida de este trabajador pacense, casado y con tres hijos.

Jacinto Mellado, responsable de salud laboral de la Federación de Construcción, Maderas y Afines de CCOO considera que, a pesar de cumplir la legalidad, "no tiene ningún sentido que estas líneas eléctricas sean aéreas en lugar de estar soterradas", indicó a este periódico.

Según ha podido saber este diario, la altura a la que deben instalarse los cables de alta tensión dependen de la tensión nominal de los mismos, aunque nunca pueden estar a menos de 2,5 metros de otro cable de baja tensión. Ahora será la inspección de trabajo quien tenga que valorar si se cumplían esos límites.

En cualquier caso, CCOO considera que "hay que hacer una correcta evaluación de los riesgos para hacer planes de prevención ajustados a la realidad", dice Mellado.

LAS DUDASEn este sentido, el sindicato asegura en un comunicado --en el que lamenta el fallecimiento de este trabajador-- que "si el plan de prevención no fuese una fotocopia de un plan cualquiera, en este momento no tendríamos que lamentar la pérdida de nuestro compañero José Manuel". No obstante, en CCOO "no tenemos conocimiento de cómo se ha hecho la evaluación de riesgos", reconoció Mellado, o si en este caso concreto el plan de prevención era correcto.