Alrededor de 700 delegados sindicales de CCOO participaron ayer en Badajoz en una manifestación por el Día Internacional de la Salud Laboral para recordar a los 13 trabajadores muertos en el 2009 --un 23% y 10 menos que el año anterior, debido a la menor actividad sobre todo en la construcción, la industria y los servicios--, y para exigir un órgano que controle las patologías profesionales y las distinga de las generales.

Julián Carretero, secretario del sindicato, denunció que en la actualidad hay muchas enfermedades laborales que trata el sistema público de salud, en vez de hacerlo la mutua del trabajo, lo que consideró "un fraude, porque tiene que soportar el SES el coste de esos tratamientos mientras que la mutua obtiene altos beneficios". Y trasladó "de forma contundente a Sanidad, la necesidad de que la mutua se responsabilice de esas enfermedades, pues más del 75% de las patologías profesionales no se catalogan como tales y se cursan como de tipo común".

En su opinión, esta situación supone "detraer fondos públicos mientras la mutua está ganando mucho dinero en época de crisis". También reclamó que se forme a los médicos en la detección de enfermedades derivadas del trabajo, para no quitar fondos de las prestaciones de viudedad y pensiones de los trabajadores".

CCOO pretende concienciar a empresarios y trabajadores en prevención, para lo que reclama "el reconocimiento de las enfermedades laborales y profesionales". Además, ha detectado empresas que hacen "caso omiso de la Ley de Prevención, situación que se hace más acuciante con la crisis porque para algunos, abaratar costes significa recortar en aquello que las empresas quieren vulnerar".

Julián Carrero señaló que la existencia de la economía sumergida es "una lacra de la sociedad y de los trabajadores, sobre todo para los accidentes laborales, pues una parte importante de la accidentalidad no figura en las estadísticas, al no estar denunciándose y no haber ni protección social, ni jurídica".

La marcha transcurrió desde la avenida de Colón, con la percusión del grupo Batala, cuatriciclos-ambulancia y una pancarta con las siluetas de las 13 personas fallecidas el año anterior, en el que se registraron 12.500 accidentes laborales.

Ante la Delegación del Gobierno, los manifestantes formaron un gran mosaico que reproducía la pancarta que abría la manifestación.