La Comisión Europea (CE) recordó ayer que Portugal no ha emitido aún una queja formal sobre la construcción del almacén de residuos nucleares en Almaraz, por lo que la institución no puede pronunciarse sobre la posibilidad de una nueva declaración de impacto ambiental transfronteriza. «A día de hoy, la Comisión no ha recibido ninguna queja de Portugal. No hay nada que podamos comentar sobre el proyecto de Almaraz en este punto porque no tenemos una documentación para basar nuestro razonamiento», señaló el portavoz de Medio Ambiente del Ejecutivo comunitario, Enrico Brivio, en la rueda de prensa diaria de la CE.

Portugal anunció el jueves que pediría a la CE participar en la declaración de impacto ambiental de la construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI) de residuos nucleares en la central de Almaraz, por estar situado a apenas 100 kilómetros de la frontera entre ambos países.

La primera declaración, realizada por el ministerio de Medio Ambiente español sin incluir a Portugal, no ha gustado en el país luso, que quiere un nuevo informe de impacto en el que esté incluido y que sus ciudadanos cuenten con un periodo de información pública para poder hacer alegaciones, como ha ocurrido en España.

Brivio aseguró que la CE es consciente de la «preocupación» de las autoridades portuguesas por el asunto y de la reunión bilateral que tuvo lugar este jueves entre el ministro de Medio Ambiente luso, Joao Matos Fernándes y los titulares españoles de Medio Ambiente y Energía, Isabel García Tejerina y Álvaro Nadal respectivamente, en la que no se llegó a ningún acuerdo. «Confiamos en que pueda continuar el diálogo constructivo entre España y Portugal sobre este asunto», dijo Brivio.

Preguntado en la rueda de prensa por la posible obligación por parte de España de incluir a un país vecino y miembro de la UE en la elaboración del informe de impacto ambiental, el portavoz comunitario de Medio Ambiente insistió en que se trata de un asunto «complejo» que solo podrán analizar en el caso de que haya una queja formal por parte de las autoridades portuguesas.