El vídeo que ha causado un terremoto en la Junta; una gran polémica en la sociedad extremeña y española, puesto que ha tenido repercusión nacional, y ha puesto en la picota los métodos que emplea el centro de reclusión de menores Marcelo Nessi de Badajoz, sobre el que hay más denuncias, era un fragmento de un episodio más amplio.

Lo que ocurrió en el cuarto en que estaba recluido Ceferino Vázquez el pasado 28 de julio no fueron solo los golpes que le propinó con la defensa un vigilante, seguidos de una bofetada cuando está esposado con las manos a la espalda. Todo eso ya se ha visto. Lo que todavía no se ha visto es que pudiera haber existido una previa provocación por parte del interno. Eso fue, al menos, lo que dio a entender ayer el presidente de la Junta cuando, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, dijo que para juzgar los hechos había que tener en cuenta lo que ha trascendido y lo que hay en los momentos anteriores. El Gobierno regional, sin embargo, se niega a difundir la parte de la grabación a que alude Fernández Vara por entender que es un material que forma parte de un procedimiento judicial.

No obstante, según ha sabido este diario de personas que han visto la grabación entera, esa interpretación podría cuadrar puesto que el joven estaba nervioso e irritado y en un momento lanza las chanclas contra los vigilantes. Al principio, según se aprecia por los gestos de todos, toda vez que la grabación no tiene audio, se entabla una conversación con los vigilantes, los cuales, en un momento, quitan unos correajes que hay en torno a la cama y se van. Ceferino Vázquez sigue nervioso, golpea repetidas veces con los puños las paredes y le da patadas a la puerta. Los vigilantes vuelven a entrar, otra vez gesticulan y cuando se vuelven para irse es cuando el interno les tira las chanclas. A continuación ocurre lo que ya se sabe: uno de ellos emplea repetidas veces la defensa reglamentaria contra él mientras los otros le reducen y, al final y cuando ya está sentado y con las manos esposadas a la espalda, recibe una bofetada.

DIMISIONES La onda expansiva que ha producido este caso se mantuvo ayer. La Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (Adhex) pide que "se depuren responsabilidades", situándolas tanto en la dirección del centro, "que está obligada a conocer las incidencias que se produzcan en el centro que está bajo su responsabilidad y ponerlas en conocimiento de la Fiscalía", como en la propia Fiscalía de Menores, la cual, según Adhex, "supuestamente tuvo conocimiento de la agresión el 3 de agosto y, sin embargo, no abrió de inmediato una investigación que aclarase los hechos ni reclamando las posibles pruebas, entre ellas, las cintas de vigilancia".

De otra parte, también se pronunciaron ayer Nuevas Generaciones, las juventudes del PP, y la coalición IU. Los primeros pidieron la dimisión de la consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio, al tiempo recordaron que todavía no se ha creado la figura del Defensor del Menor, aprobada por la Asamblea, el cual debería haberse ocuparse de asuntos como este. IU, tras tildar el suceso de "aberrante", pidió una investigación para "que los culpables paguen, tanto los que participaron en la agresión como los que, conociéndola, no la denunciaron".