El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, mostró ayer su confianza en que la Cumbre Ibérica de Braga sirva para cerrar acuerdos sobre el trazado del Tren de Alta Velocidad entre Madrid y Lisboa, aunque desconfía que esté acabado en el 2010. El edil, que se reunión con empresarios portugueses en la Cámara de Comercio Luso-Española de Lisboa, aseguró que ambos gobiernos están "llamados o condenados" a entenderse. Celdrán aseguró que, a la hora de resolver el trazado del AVE a su paso por Extremadura, la ubicación de la estación internacional y el desarrollo de la plataforma logística, "debe primar el mayor sentido común posible y aplicar lo más beneficioso para Badajoz, para Extremadura y para la zona de Elvas".

También la Federación Empresarial Cacereña mostró ayer su "inquietud" ante el "retraso" de las obras del AVE, lo que a su juicio es "es perjudicial para el desarrollo de la comunidad autónoma y el buen progreso del sector empresarial". EP